Roborace, las carreras eléctricas… ¡sin piloto!

El experimento de Audi con coches de carreras sin piloto del que os hablamos hace unos días no pasaba de ser un interesante experimento tecnológico. Pero parece que no va a ser el único en este sentido. Y es que, más que de experimento, con lo que te vamos a contar hoy podemos hablar de proyecto. Se llama Roborace, y la idea nace de la siguiente manera.

A poco que seas aficionado al mundo de la competición, sabrás lo que es la Fórmula E, ese campeonato de monoplazas eléctricos que parece que se va consolidando poco a poco. Disputa en estos momentos las últimas carreras de la campaña 2015/2016 -aquí las temporadas tienen un calendario similar al del fútbol, ocupando dos años naturales-, pero ya se está pensando en la 2016/2017. Todo apunta ahora mismo que será entonces cuando veamos las primeras carreras oficiales de coches autónomos.

La idea se conoce a día de hoy como Roborace, y es iniciativa de la propia Fórmula E. El objetivo es lograr una carrera soporte de este campeonato que sea disputada por monoplazas 100% eléctricos y autónomos, cuya apariencia podría ser muy similar a la que ves en las imágenes que acompañan a estas líneas. En principio, se prevé que estos coches tan futuristas puedan alcanzar los 300 km/h.

La imagen de este coche es responsabilidad de Daniel Simon, conocido diseñador y uno de los profesionales más respetados en el campo de los efectos especiales del cine. Si has visto películas como ‘Tron: Legacy’ u ‘Oblivion’, has visto parte de su obra. El propio Simon ha declarado lo siguiente sobre este proyecto: “Ingenieros y responsables de aerodinámica han trabajado conjuntamente desde el principio para encontrar el balance perfecto. El diseño del coche también ha sido importante en nuestro trabajo, por lo que hemos trabajado duro para unir el mejor rendimiento con una imagen impresionante. Fue importante generar un downforce sustancial sin necesidad de saturar el coche y mantener así una imagen limpia e icónica”.

La idea es que esta competición sirva como banco de pruebas para los fabricantes que estén preparando sus vehículos autónomos, una tecnología que tarde o temprano formará parte de nuestras vidas. De ser exitosa, esta idea podría ser un buen comienzo para que todos aquellos escépticos que aún no confían en los coches autónomos comiencen a hacerlo. Otra cosa es el interés competitivo que pueda generar entre el gran público, donde los aficionados por norma general se identifican con los pilotos antes que con los coches…