El coche autónomo nos costará 3.000 millones de euros
Con el coche autónomo, tecnología que ya ha debutado en España, todo parecen ventajas. Pero no es así. Y es que según las primeras estimaciones realizadas por la compañía Bosch, una de las más activas en este campo, habría que realizar una inversión mínima de 3.000 millones de euros para adecuar nuestras infraestructuras a este tipo de vehículos.
Todo este dinero irá destinado a la adecuación de los elementos imprescindibles en nuestras carreteras para que los vehículos autónomos puedan circular sin problemas. Por ejemplo, se han de instalar señalizaciones horizontales adecuadas, así como marcas viales pintadas en buen estado para que la tecnología incorporada en estos automóviles sea capaz de leerlas. No obstante, existen otros puntos críticos que también tendrían que trabajarse, como es una inversión en ‘infraestructura inteligente’ que permita que los coches autónomos cuenten con antelación con la información de obstáculos temporales causados por las obras, desvíos alternativos, etc.
El programa desarrollado por Bosch tiene marcado en rojo el año 2018, momento en el cual está previsto que algunos vehículos dispongan de un asistente de guiado para autovías y autopistas, así como de un sistema de aparcamiento por control remoto. Dos años más tarde se prevé la instalación de los primeros pilotos automáticos para circular autopista, mientras que en 2025 se espera que los coches 100% autónomos sean una realidad. Será entonces cuando las carreteras de nuestro país tengan que estar perfectamente adaptadas a los nuevos tiempos.
Esta inversión de la que te hablamos es totalmente imprescindible para que el coche autónomo triunfe, y es que una de las claves de este tipo de movilidad reside en que la máquina interactúe con la vía. Por ejemplo, si un coche detecta algún peligro avisará al conductor para que tome el mando. Si esto no sucede durante los 10 segundos que siguen aviso, el coche aparcará por sí solo en el arcén para evitar males mayores.
A pesar de que se estima una importante bajada de la siniestralidad al volante con este tipo de tecnologías, aún existen muchas dudas con los coches autónomos. Todo parecen ventajas, pero como siempre sucede ante un cambio en nuestras costumbres de tal magnitud, asusta. Y más si se requiere semejante inversión… ¡aunque esperemos haber salido de la crisis para entonces!
