para evitar multas

Bruselas relajará los objetivos de emisiones de CO2 para 2025 tras las presiones del sector del automóvil

La Comisión Europea relajará los objetivos de emisiones de CO2 para 2025

  • Andrea Aguado
  • Redactora de economía y coordinadora de OKMOTOR. Amante de las cuatro ruedas y la industria. Antes en informativos de Radio Televisión Castilla y León.

Bruselas cede ante el sector del automóvil y relajará los objetivos de emisiones de CO2 para 2025 ante el miedo a pactos entre fabricantes automovilísticos europeos con China para evitar las multas de la Comisión Europea (CE). Tras ignorar las peticiones del sector, ahora, el Ejecutivo Comunitario propone relajar el calendario de las obligaciones en materia de emisiones, de modo que el automóvil tenga tres años y no uno para alcanzar un máximo de 93,6 gramos de CO2 por kilómetro -frente a los 115,1 gCO2/km-. Una situación que llega en plena ofensiva de china con el coche 100% eléctrico en Europa y el miedo a nuevos aranceles del Gobierno de Donald Trump.

Así lo han confirmado fuentes cercanas a las negociaciones, en conversaciones con este diario, que han señalado que uno de los motivos clave para relajar los objetivos de emisiones de CO2, y con ello la flexibilización de la normativa CAFÉ, ha sido el inicio de negociaciones entre fabricantes europeos y chinos para cumplir con la norma comunitaria.

Con el objetivo de evitar multas, y tal y como publicó OKDIARIO, fabricantes europeos ya habían iniciado conversaciones con grupos automovilísticos con sede en China para la compra de créditos de emisiones de CO2 con el objetivo de evitar las multas de Bruselas o el cierre de fábricas en el Viejo Continente ante la reducción de las ventas de vehículos propulsados por motores de combustión.

Una estrategia que recibe el nombre de pooling con la que Europa ponía en juego su competitividad en plena guerra comercial, obligando a los fabricantes europeos a pagar a China para cumplir con Bruselas.

A principios de este año, los fabricantes de automóviles anunciaron la creación de dos pools, uno entre Stellantis, Toyota, Ford, Mazda, Subaru y Tesla, y otro entre Mercedes-Benz, Polestar, Volvo y Smart. Con la creación de estos grupos, marcas como Subaru o Mazda, que apenas cuentas con motores 100% eléctricos, lograran evitar las sanciones de Bruselas pagando, en este caso a Tesla, créditos de carbono.

El automóvil europeo pendiente de China

Hasta la fecha, BMW, Volkswagen y Renault eran las únicas grandes marcas made in Europe que no forman parte de los pools de emisiones de CO2, con lo que eran las más expuestas a la citada negociación con los chinos. Idea, entre otros motivos, que ha hecho recular a la CE, a pesar de que, hasta ahora, Bruselas había defendido que no eran necesarias prórrogas, ya que la industria conocía el calendario desde que se acordó en 2019.

La presidenta de la CE, Ursula von der Leyen, plantea una enmienda específica del reglamento de modo que los objetivos seguirán siendo los mismos, pero se dará «más margen y claridad a la industria». También ha afirmado que se acelerará el trabajo de cara a la revisión prevista para 2035.

En concreto, la normativa establece que, entre 2025 y 2029, los turismos deberán emitir un máximo de 93,6 gramos de CO2 por kilómetro -frente a los 115,1 g/km de CO2 en 2020-2024- y las furgonetas 153,9 g/km de CO2, unas cifras que deberán recortarse a la mitad en 2030 de cara a lograr las cero emisiones en 2035.

Von der Leyen también ha abordado con la industria la necesidad de hacer más robusta y resiliente la cadena de suministro del automóvil europeo y, en ese contexto, ha adelantado que el Ejecutivo comunitario va a explorar apoyo directo a los fabricantes europeos de baterías y también se introducirán de manera gradual requisitos para los componentes de baterías y se reducirá la burocracia con simplificaciones regulatorias.