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El aviso de un mecánico si dejas así tu coche cuando aparcas: «No deberías…»

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  • Janire Manzanas
  • Graduada en Marketing y experta en Marketing Digital. Redactora en OK Diario. Experta en curiosidades, mascotas, consumo y Lotería de Navidad.

Aparcar el coche es una de esas tareas cotidianas que la mayoría de los conductores realizan casi en piloto automático. Encontramos un espacio, giramos el volante, aparcamos el vehículo y, sin darle demasiadas vueltas, bajamos pensando que lo hemos hecho bien. Sin embargo, o que muchos no saben es que dejar el volante girado puede acarrear graves consecuencias para la mecánica del coche. Y aunque parezca un detalle sin importancia, los expertos advierten que, con el tiempo, esta costumbre podría pasar factura.

No se trata de generar alarma innecesaria, pero sí de tomar conciencia sobre ciertos hábitos que, aunque comunes, pueden perjudicar la salud del vehículo. Juan José, un mecánico con años de experiencia y  muy popular en redes sociales, ha explicado por qué no deberíamos dejar el coche aparcado con las ruedas completamente giradas.

No hagas esto al aparcar el coche

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Juan José comienza su explicación aclarando que dejar el volante girado no es perjudicial si sólo lo hacemos de vez en cuando. Sin embargo, si se convierte en una costumbre o si el coche permanece mucho tiempo aparcado, las consecuencias a largo plazo pueden ser muy graves. ¿La razón principal? La tensión innecesaria que se genera en el sistema de dirección y suspensión. Estos componentes están diseñados para soportar movimientos y esfuerzos durante la conducción, pero no para permanecer forzados durante horas o días.

El sistema de dirección de un coche moderno está compuesto por varios elementos como las rótulas, los silentblocks y los amortiguadores. Cuando giramos el volante hasta el tope y dejamos el coche así, todos estos componentes quedan bajo una presión constante. Con el tiempo, esa presión puede provocar un desgaste prematuro, holguras o incluso deformaciones, especialmente si el vehículo se encuentra detenido por largos periodos.

Además, la suspensión también juega un papel clave en este asunto. No sólo está diseñada para absorber impactos durante la conducción, sino también para mantener la estabilidad del coche en diferentes circunstancias. Si dejamos el coche con las ruedas giradas, sobre todo en una pendiente, una parte de la suspensión soporta una carga adicional y continua, lo cual no es recomendable. Esta posición forzada puede alterar el punto de reposo natural del vehículo y afectar negativamente su rendimiento.

Para aquellos que conducen vehículos con dirección asistida eléctrica o hidráulica, el riesgo puede ser aún mayor. Estos sistemas, al estar diseñados para facilitar el giro durante la marcha, no siempre están preparados para mantener la presión que supone una dirección forzada sin movimiento. Esto puede traducirse en un desgaste prematuro del sistema de asistencia y en reparaciones costosas a medio plazo.

Otro aspecto que resalta el mecánico es el desgaste irregular de los neumáticos. En algunos modelos, especialmente en marcas premium como Mercedes o BMW, al girar el volante las ruedas tienden a inclinarse para facilitar el ángulo de giro. Esto significa que, al quedar aparcado con el volante girado, una parte muy pequeña del neumático es la que soporta todo el peso del coche. Esa presión localizada puede deformar la rueda y acortar su vida útil.

Por lo tanto, dejar las ruedas rectas es la mejor opción por muchas razones, especialmente si el coche va a estar mucho tiempo aparcado. Por ejemplo, evita que el vehículo se desplace inesperadamente en superficies inclinadas o cuando se quita el freno de mano. También ayuda al sistema de dirección asistida a mantenerse en mejores condiciones y reduce la tensión sobre las juntas y componentes internos.

Consejos adicionales para estacionar en pendiente

Aparcar en pendiente puede parecer complicado al principio, pero con algunos trucos puedes hacerlo de manera segura y eficaz. Lo primero a tener en cuenta es el uso del freno de mano. El freno de mano asegura que el vehículo se mantenga firme, incluso si el motor no está en marcha. Si tu coche tiene transmisión manual, también puedes dejarlo en primera (en subida) o en reversa (en bajada), ya que esto ayuda a que el motor retenga el vehículo y evite el movimiento no deseado.

En definitiva, como en tantos otros aspectos del mantenimiento del coche, la clave está en la prevención. Adoptar pequeños gestos como revisar la presión de los neumáticos, evitar dejar objetos pesados en el interior durante mucho tiempo o, como en este caso, estacionar con las ruedas rectas, puede suponer un ahorro importante. Pero, sobre todo, puede marcar la diferencia en términos de seguridad vial. Así que ya lo sabes. La próxima vez que aparques, tómate unos segundos más para poner el volante a su centro.