Llegan los asientos que controlan tu estado de ánimo

Quizás dentro de unos años los veamos como lo más normal del mundo, pero lo cierto es que algunos avances de la tecnología que hoy en día se nos presentan asustan con solo enumerar sus posibilidades. Hoy vamos con uno de ellos. Te vamos a hablar de ‘Intuición’, un proyecto de una empresa francesa llamada Faurecia que produce en España y con el que se pretende revolucionar un mundo aparentemente tan simple como el de los asientos de tu coche.

Esta compañía ha contado con la colaboración de la Universidad de Stanford para desarrollar unos asientos inteligentes que estarían destinados a los coches autónomos. El objetivo es que el propio vehículo facilite un traslado lo más confortable posible, adaptándose a las necesidades del conductor en cada momento. Por ejemplo, mientras el vehículo avance por sí solo, estos nuevos asientos permitirán que nos recostemos, estiremos las piernas o incluso recibamos un siempre bienvenido masaje. Todo esto irá acompañado de la correspondiente ambientación del habitáculo para que nuestro relax sea máximo.

Pero ojo, porque lo más interesante del proyecto ‘Intuición’ lo vamos a comentar ahora. Además de las funciones que te hemos explicado, estos nuevos asientos serán capaces de analizar el estado del conductor a través de unos sensores que pueden controlar la frecuencia cardiaca del mismo, entre otros parámetros. De esta manera, los asientos decidirán en qué momento deben recomendar al conductor que se relaje o cuándo deben ‘despertarle’ a través de unas vibraciones y alertas. Toda esta interacción asiento-conductor ha sido bautizada como ‘Active Wellness’.

Éste no es más que otro ejemplo de todos los cambios que nos esperan con la llegada de los coches autónomos. La concepción que a día de hoy tenemos de lo que es ponerse el volante cambiará totalmente en los próximos años, pasando a ser el coche un compañero de fatigas que hará gran parte del trabajo por nosotros. Y además, por lo que vemos, vamos a ganar mucho en lo que a confort se refiere. Eso sí, esperemos que a largo plazo no se nos quite del todo el placer de conducir…