DGT

3 señales que acaban de llegar a las carreteras de España y nadie conoce: la DGT lo explica todo

  • Janire Manzanas
  • Graduada en Marketing y experta en Marketing Digital. Redactora en OK Diario. Experta en curiosidades, mascotas, consumo y Lotería de Navidad.

Conducir implica conocer una gran variedad de señales de tráfico que regulan la circulación, advierten de peligros y establecen normas. Para muchos conductores, especialmente los noveles, memorizar todas las señales del catálogo de la Dirección General de Tráfico (DGT) puede ser una complicado. A esto se le suma la incorporación de nuevas señales que buscan adaptarse a la evolución del tráfico, las ciudades y las necesidades de seguridad vial.

En un contexto donde el uso de la bicicleta ha crecido a un ritmo vertiginoso, las ciudades han introducido restricciones medioambientales y la infraestructura vial se ha vuelto más compleja, la DGT ha actualizado su sistema de señalización vertical. Éstas nuevas señales, aunque ya se pueden ver en algunas carreteras, todavía son grandes desconocidas para muchos conductores. Saber interpretarlas puede marcar la diferencia entre circular de forma segura o exponerse a una sanción o, peor aún, a un accidente.

Las nuevas señales de la DGT

La inclusión de nuevas señales en el sistema de tráfico no es algo que se haga a la ligera. Cada una de ellas responde a un análisis detallado de las nuevas realidades de movilidad en España. Conducir hoy en día no es lo mismo que hace 20 años: ahora hay más bicicletas, más vehículos eléctricos, más restricciones medioambientales, etc.. El objetivo de éstas nuevas señales no es solo aumentar la seguridad, sino también mejorar la fluidez del tráfico, reducir los conflictos entre diferentes tipos de usuarios de la vía y adaptarse a normativas europeas más estrictas.

Señal P-35

Una de las incorporaciones más interesantes al catálogo es la señal P-35. Su función principal es advertir al conductor de la proximidad de un punto en la carretera donde los vehículos que circulan por diferentes carriles cruzan sus trayectorias, lo que incrementa notablemente el riesgo de accidente.

Este tipo de situación suele darse en enlaces complejos, donde un carril se incorpora a una vía principal y, casi simultáneamente, otro carril se desvía, generando una especie de «cruce» en plena circulación. A diferencia de las clásicas señales de incorporación o bifurcación, la P-35 avisa de un punto de cruce de trayectorias en el que es especialmente importante extremar la precaución.

Es una señal triangular, con el borde rojo característico de las advertencias, y muestra una representación esquemática de los carriles que se cruzan. Su instalación responde a la necesidad de mejorar la seguridad en intersecciones complicadas que antes no contaban con una advertencia específica. Hasta ahora, muchos de estos puntos conflictivos eran señalizados de forma genérica o incluso carecían de señalización de peligro concreta.

Señal R-120

Otra de las novedades más relevantes en el ámbito urbano es la señal R-120, pensada para las Zonas de Bajas Emisiones (ZBE). Esta señal prohíbe el acceso a vehículos que no cuenten con el distintivo ambiental exigido para circular en determinadas áreas.

Con el objetivo de reducir la contaminación en las ciudades, cada vez más municipios españoles han comenzado a implantar ZBE en sus núcleos urbanos. Estas zonas limitan el acceso a los vehículos más contaminantes, y para controlarlo se utilizan distintivos ambientales expedidos por la DGT, que van desde la etiqueta Cero (vehículos eléctricos o híbridos enchufables) hasta la etiqueta B (vehículos de combustión más antiguos).

La R-120 es una señal circular, de fondo blanco con borde rojo, en cuyo interior aparece el símbolo de un vehículo tachado acompañado del texto que especifica la restricción. Es clara y directa: si tu coche no tiene la etiqueta requerida para esa zona, no puedes pasar.

Señal P-20c

La tercera de las señales que se han incorporado recientemente al catálogo es la P-20c, una advertencia de proximidad a un paso compartido entre peatones y ciclistas. Esta señal responde a una necesidad creciente: regular de forma clara los cruces en los que conviven peatones y usuarios de bicicleta, especialmente en zonas urbanas.

Hasta ahora, los pasos de cebra estaban pensados únicamente para peatones. Sin embargo, con la proliferación de vías ciclables y el aumento del uso de bicicletas como medio de transporte habitual, han surgido espacios donde ciclistas y peatones comparten itinerario. En estos casos, la P-20c se convierte en una herramienta de advertencia útil para todos los usuarios de la vía.

A diferencia de los pasos tradicionales, en los que los ciclistas debían bajarse de la bici para cruzar, en los pasos señalizados con la P-20c está permitido hacerlo montado. Esto facilita la movilidad y la fluidez del tráfico, pero también exige una mayor atención por parte de los conductores, que deben reducir la velocidad y estar preparados para la presencia tanto de peatones como de bicicletas.

Visualmente, la señal es triangular, de advertencia, y muestra las siluetas de una persona caminando y una bicicleta, indicando la coexistencia de ambos. Su instalación será cada vez más habitual en zonas próximas a parques, colegios o ejes ciclistas urbanos.