Adiós a las matrículas de siempre: el cambio más radical que acaba de llegar a España
Casi nadie las diferencia pero estas señales de tráfico son muy distintas
Soy mecánico y esto es lo que le va a pasar a tu coche si usas gasolina ‘low cost’
Adiós a frenar antes de un radar: el truco de la DGT que te va a desplumar

El sistema de matrículas vehiculares en España es un tema que genera mucha curiosidad entre los conductores. Si eres de los que se fija en las matrículas de los coches cuando estás al volante, seguro que has notado que estas combinaciones de números y letras dicen mucho más de lo que parece a simple vista. No solo te permiten saber la antigüedad de un coche, sino que, en ciertos casos, hasta puedes saber en qué provincia se matriculó originalmente, lo que resulta bastante interesante.
Las matrículas en España han evolucionado muchísimo desde que se matriculó el primer vehículo en 1900 en las Islas Baleares. Aunque en sus inicios el sistema era muy diferente, con el paso de los años se han ido estableciendo regulaciones para organizar las matrículas de manera más eficiente. Además, existe una normativa muy estricta que regula las combinaciones de letras y números permitidas, para evitar que se formen palabras malsonantes o combinaciones que puedan resultar ofensivas o confusas. La historia de las matrículas no sólo refleja los avances en el sector automovilístico, sino también cómo la DGT ha ido adaptando sus procesos para asegurarse de que las matrículas sean siempre claras y comprensibles.
Así son las nuevas matrículas
Desde que se matriculó el primer coche en España en 1900, las matrículas han seguido una evolución significativa. En sus primeras etapas, se usaba un sistema numérico provincial. En este modelo, las matrículas consistían en dos letras que representaban la provincia donde se había registrado el vehículo, seguidas de un número.
Por ejemplo, una matrícula que comenzara con «TE» hacía referencia a Teruel. Este sistema provincial fue útil durante muchos años, ya que permitía identificar la región de procedencia de los vehículos. Sin embargo, el número de combinaciones posibles era limitado, lo que generó la necesidad de desarrollar un nuevo formato.
Entre 1971 y 2000, España adoptó un sistema alfanumérico que permitía una mayor flexibilidad. En este nuevo formato, la matrícula comenzaba con una combinación de letras que indicaba la provincia, seguida de un número y otras dos letras al final.
Este sistema permitió una expansión mucho mayor en la cantidad de vehículos que se podían registrar, ya que se incrementaron las combinaciones posibles, lo que ayudó a cubrir la creciente demanda. Un ejemplo de matrícula en este formato podría ser «TE 3456 BC», donde las primeras dos letras siguen indicando la provincia de Teruel, y el número y letras adicionales permiten una secuenciación más amplia.
El sistema de matriculación que comenzó a aplicarse en España a partir del año 2000 introdujo un cambio significativo respecto a los modelos anteriores. En lugar de utilizar combinaciones provinciales se adoptó un formato alfanumérico compuesto por cuatro cifras seguidas de tres letras, sin ninguna referencia a la ubicación geográfica. Este nuevo sistema permitió un número mucho mayor de combinaciones posibles, lo que resultó crucial para hacer frente al creciente número de vehículos en circulación.
La DGT tiene regulaciones muy estrictas para evitar que se asignen matrículas que puedan causar malentendidos o dar lugar a combinaciones ofensivas. Entre las restricciones más conocidas se encuentran las que prohíben la utilización de letras que puedan formar palabras malsonantes o de mal gusto, como «PUT», «CUL» o «KAK». Además, la DGT también excluye aquellas combinaciones que puedan generar acrósticos de connotaciones negativas, como «ETA», «FBI», «ANO» o «PIS».
Otro aspecto relevante es que la DGT también prohíbe el uso de ciertas letras, como la «Ñ» y la «Q», que podrían confundirse fácilmente con la «N» y con la «O» o el «0», respectivamente. De esta forma, se evita que las matrículas resulten ambiguas o difíciles de leer. La inclusión de vocales en las combinaciones también está regulada para evitar que se formen nombres propios o acrónimos que podrían generar confusión o malestar, como «EVA» o «ANA».
Letra ‘N’
A partir de abril de 2025, la letra «N» entra en la secuencia de matrículas, ocupando la primera posición de las tres letras. La última matrícula registrada antes de este cambio es la 01** NBD, correspondiente a un Volkswagen Multivan, matriculado el 21 de abril de 2025. Aunque el sistema de matriculación sigue siendo el mismo, esta nueva combinación asegura que la DGT pueda seguir asignando matrículas de forma ordenada y sin contratiempos durante varios años más.
El sistema actual de matriculación en España se espera que se agote alrededor de la década de 2050. Con la secuencia de combinaciones posibles, que excluye vocales y algunas letras como la Ñ y la Q, la DGT ha logrado mantener un registro organizado y eficiente. Sin embargo, a medida que aumentan el número de vehículos, las combinaciones disponibles se van agotando. Desde la letra «N» hasta la «Z», y excluyendo las vocales («A», «E», «I», «O», «U») y las letras «Ñ» y «Q», las letras disponibles para las matrículas son: «N», «P», «R», «S», «T», «V», «W», «X», «Y» y «Z».