Aranceles guerra comercial

Los proveedores suben precios por los aranceles y golpean las cuentas de las grandes automovilísticas

Los proveedores de automoción españoles que juegan 1.021 millones de euros de facturación por los aranceles

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Donald Trump

Los proveedores ya repercuten los aranceles de Estados Unidos en los precios de los pedidos de las grandes automovilísticas y descartan absorber el coste de las nuevas tasas del Gobierno de Donald Trump para evitar que la inflación en se dispare. Una situación que amenaza con aumentar el coste de los coches tanto en el mercado estadounidense, como en los distintos mercados europeos para evitar una reducción de los ingresos por la guerra comercial.

Así lo reflejan las cuentas del primer trimestre fiscal de Toyota, que alerta de que los efectos tanto de los aranceles que soportan los proveedores, como de las exenciones y reducciones arancelarias para los vehículos terminados producidos en Estados Unidos y para las partes que cumplen con el T-MEC (el tratado de libre comercio entre México, Canadá y Estados Unidos) han provocado una reducción de su beneficio neto hasta los 872.193 millones de yenes (5.076 millones de euros), lo que se traduce en un 37% en comparación con el mismo periodo del año anterior.

«A pesar de un entorno externo desafiante, hemos continuado realizando inversiones integrales y mejoras como el aumento de las ventas unitarias, la reducción de costos y la ampliación de las ganancias en la cadena de valor, minimizando así los impactos negativos», ha afirmado Toyota.

Pese al aumento de las ventas en casi un 4%, hasta alcanzar una cifra de negocio superior a los 12,25 billones de yenes japoneses (71.304 millones de euros), los mayores costes por el aumento de los precios y el impacto de las decisiones políticas en la industria de la automoción no han permitido a la mayor automovilística del mundo presentar una mejora en sus beneficios.

Tanto es así que, debido al impacto de los aranceles estadounidenses y otros factores, Toyata ha revisado sus previsiones a la baja. En concreto, el fabricante automovilístico japones ha mantenido su previsión de ventas, aunque ha empeorado su previsión de resultado operativo, que espera que se sitúe en 3,2 billones de yenes (18.624 millones de euros). Del mismo modo, al cierre del año fiscal 2026, en marzo de 2026, la firma japonesa espera tener un beneficio neto atribuido de 2,6 billones de yenes (15.130 millones de euros), frente a los 3,1 billones de yenes (18.039 millones de euros), que calculaba anteriormente.

Los proveedores suben precios por los aranceles

Toyota ha sido la primera víctima en pagar la subida de precios de los proveedores por los aranceles, pero lo cierto es que las empresas auxiliares de la automoción también se enfrentan a grandes desafíos por los efectos derivados de la guerra comercial por las tasas de productos como el acero a Estados Unidos.

Este es el caso de los proveedores de automoción españoles que juegan 1.021 millones de euros de facturación por los aranceles. Una cifra que refleja el total de las exportaciones de la industria del motor con sede en España a Estados Unidos, que representa un 4%, que aunque no es elevada se trata de un mercado estratégico, con alto valor añadido y dependencias indirectas clave para el sector.

Para los proveedores de automoción españoles los principales socios comerciales dentro la Unión Europea (UE) fueron Alemania, con 3.950 millones de euros, y Francia, con 3.840 millones. Lejos de la cifra que representan los envíos americanos, no obstante el problema son las piezas que llevan los coches producidos en instalaciones alemanas y francesas enviados a Estados Unidos ante el anuncio de la administración de Donald Trump de la imposición de aranceles del 25% a todos los vehículos importados.

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