¿Qué es la indefensión aprendida en perros?

Se conoce como indefensión aprendida a un estado psicológico derivado de un entrenamiento inapropiado y basado en el castigo. Los perros tienden comportarse de forma indefensa y actúan de manera sumisa, dándose por vencidos pese a poder evitar las circunstancias desagradables. Los primeros estudios y experimentos sobre este estado psicológico en animales fueron desarrollados en 1967 por el psicólogo estadounidense Martin Seligman.

¿Cómo fue descubierta la indefensión aprendida?

El psicólogo Seligman, ya graduado, se encontraba estudiando la teoría del aprendizaje en perros con el “refuerzo negativo” (descargas eléctricas). Su objetivo era enseñar a estos animales a saltar de un lado a otro de una caja aplicando una descarga eléctrica en el suelo.

De esta forma buscaba ver si los perros que habían sido expuestos previamente a descargas aprendían más rápidamente a saltar al otro lado. Básicamente, Seligman quería ver lo rápido que un perro aprendía a saltar al otro lado de la pared después de que un zumbador advirtiera de un choque eléctrico inminente en el piso del lado del perro.

Pese a que el psicólogo creía que los perros que habían sido expuestos al zumbador y a las descargas saltarían más rápido sobre la pared que el resto de los perros, la respuesta fue totalmente opuesta.

Los perros que habían oído al zumbador y que habían recibido descargas de su lado no intentaron saltar la pared, tampoco trataron de evitar los golpes eléctricos. Tan solo se resignaron y se acostaron en el suelo. Los perros que no habían estado expuestos a los choques con anterioridad, por el contrario, aprendieron muy rápidamente que podían evitarlos saltando al otro lado de la pared.

¿Es posible tratar esta condición?

Puede suceder que, tras adoptar a un perro, nos encontramos con que sufre de indefensión aprendida. Esto puede deberse a maltratos recibidos anteriormente, o abandonos. Aunque al principio puede parecer que simplemente se trata de un animal bueno e indefenso, con el tiempo este trastorno suele salir a la luz.

El tratamiento de la indefensión aprendida en perros no es sencillo, pero existen psicólogos de animales que pueden ayudar en el proceso. Básicamente el animal no tiene ganas de vivir y se lo puede ver sumiso en todo momento.

Recibir amor y cariño por parte de sus dueños siempre es un refuerzo positivo. Si no posees el tiempo y paciencia que requiere este gran camino hacia la cura, la mejor opción es permitir que una persona dispuesta a acompañarlo se haga cargo de él.

Establecer un lazo con tu perro es fundamental, pasear juntos y jugar descubriendo cuales cosas le agradan y cuales no. Si desconoces el pasado de tu perro, una buena opción es averiguarlo en el refugio donde lo has adoptado.

Si descubres que su anterior dueño nunca lo llevaba a pasear, entonces hazlo, si vivía con una correa que lastimaba su cuello, entonces déjalo andar libremente. Si recibía castigos y gritos, háblale con suavidad y dulzura.