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Ni hamsters ni cobayas: los animales que no puedes tener como mascota si estás en España

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Janire Manzanas
  • Janire Manzanas
  • Graduada en Marketing y experta en Marketing Digital. Redactora en OK Diario. Experta en curiosidades, mascotas, consumo y Lotería de Navidad.

En los últimos años, la relación con los animales de compañía ha cambiado mucho. La conciencia sobre el bienestar animal y el impacto ambiental que pueden tener ciertas especies ha impulsado la creación de leyes más estrictas para regular qué mascotas se pueden tener legalmente en España. En este sentido, la Ley 7/2023 de protección de los derechos y el bienestar de los animales ha supuesto un cambio muy importante.

Esta normativa, conocida como la Ley de Bienestar Animal, en lugar de señalar qué animales están prohibidos, define qué especies sí están autorizadas como mascotas. Esto significa que cualquier animal que no esté en esa lista queda automáticamente prohibido, un cambio de enfoque que busca evitar la confusión.

¿Qué animales quedan fuera del nuevo marco legal?

La Ley de Bienestar Animal es bastante estricta respecto a ciertos grupos animales. Por ejemplo, los primates están totalmente prohibidos. Esto incluye monos, chimpancés, gorilas y otros similares. Además, tampoco se pueden tener como mascotas mamíferos salvajes que superen los cinco kilos en su edad adulta. Esta prohibición incluye animales que en años recientes ganaron popularidad como mascotas exóticas, pero que suponen riesgos para la fauna local y el ecosistema.

Entre estos se encuentran los cerdos vietnamitas, que llegaron a ser tendencia pero ahora están vetados debido a su potencial para hibridar con jabalíes autóctonos, afectando a la biodiversidad. Otras especies excluidas son los mapaches y visones americanos, conocidos por su agresividad y capacidad invasora.

La polémica con los roedores y lagomorfos

Uno de los puntos más controvertidos de esta ley afecta a animales muy comunes en muchos hogares: los roedores y lagomorfos como hámsteres, cobayas, ratones, chinchillas y conejos. Tradicionalmente considerados mascotas ideales para niños, ahora están prohibidos bajo el argumento de que son especies invasoras difíciles de controlar en caso de escape o abandono.

Esta medida ha generado un gran debate, ya que muchas familias tienen a estos animales como mascota. Sin embargo, el abandono masivo de estos animales ha contribuido a su proliferación fuera del entorno doméstico, afectando negativamente a la fauna local.

Restricciones para las aves exóticas

Las aves ornamentales, que hasta ahora gozaban de popularidad, también han sufrido cambios importantes. La ley prohíbe tener como mascota especies no autóctonas como cotorras, agapornis, periquitos y loros. El motivo principal es el impacto que estas aves pueden tener en los ecosistemas urbanos y rurales.

Un ejemplo claro es la cotorra argentina, que empezó siendo una mascota común y ahora forma grandes colonias en varias ciudades españolas, compitiendo con aves nativas y alterando el equilibrio ecológico.

Reptiles y artrópodos: criterios y prohibiciones

En cuanto a los reptiles, la ley señala que están prohibidos aquellos venenosos o que superen los dos kilos de peso adulto, con excepción de las tortugas. Esto implica que especies populares como iguanas, serpientes grandes y ciertos lagartos quedan fuera. La prohibición también afecta a ciertos artrópodos, como las arañas consideradas portadoras de enfermedades peligrosas.

Además, la normativa abarca peces y anfibios cuya mordedura o veneno pueda suponer un riesgo serio para la salud, eliminando así la tenencia de especies potencialmente peligrosas.

El caso especial de los erizos

Los erizos se han convertido en un caso muy llamativo de la ley. Aunque su popularidad como mascota exótica aumentó en la última década, ahora están prohibidos por su riesgo para las especies nativas. Se consideran una especie invasora y, por tanto, queda terminantemente prohibido mantenerlos en domicilios particulares.

Sanciones para quienes incumplen

Las consecuencias de incumplir la ley pueden ser severas. Las multas por poseer especies prohibidas oscilan entre 500 y 200.000 euros, dependiendo de la gravedad y la intención del infractor. Las sanciones se clasifican en leves, graves y muy graves, siendo estas últimas las que conllevan las mayores multas.

Además, la ley establece un periodo de gracia de seis meses para que quienes ya tienen estas mascotas puedan informar a las autoridades y regularizar su situación. Pasado ese plazo, la administración puede intervenir, retirando los animales para llevarlos a centros especializados o refugios.

El objetivo principal es lograr un equilibrio entre el bienestar animal, la protección del medio ambiente y la seguridad pública, limitando la tenencia irresponsable y los riesgos vinculados a la presencia de especies invasoras.Esta ley busca proteger a los animales de malos tratos o condiciones inadecuadas, y a la vez preservar los ecosistemas amenazados por especies exóticas.

En España, el abandono de mascotas exóticas supera los 300.000 casos anuales, afectando gravemente a la biodiversidad local. Con éste nuevo enfoque de «listado positivo», sólo se autorizan animales que pueden convivir sin riesgos ecológicos, simplificando la legislación y facilitando su cumplimiento.

En definitiva, la Ley 7/2023 representa un cambio fundamental en la legislación de nuestro país, promoviendo una convivencia responsable, un respeto profundo por el bienestar animal y un compromiso real y duradero con la protección del entorno natural y la biodiversidad.

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