La nueva ley que afecta a los dueños de perros: vas a tener que pagar más de 1.000 euros

Cuando pensamos en la alegría que trae un perro a nuestra vida, es fácil olvidar las responsabilidades que también conlleva. Tener una mascota en casa implica mucho más que compartir momentos divertidos; requiere compromisos diarios como paseos, visitas al veterinario, vacunas y asegurar un entorno adecuado para sus necesidades. Todo esto debe considerarse antes de decidir compartir nuestra vida con un amigo de cuatro patas. Pero no es lo único y más si tenemos en cuenta que este año, las cosas podrían volver a cambiar para los dueños de mascotas con la  nueva ley que impone un seguro para todas las razas de perros, y la llegada de un nuevo y posible impuesto.

De hecho, entre las responsabilidades que tiene cualquier dueño de perro, el aspecto económico ha ido ganando protagonismo en los últimos meses debido a nuevas regulaciones. La Ley 7/2023, de protección de los derechos y el bienestar de los animales, impone la obligatoriedad de contratar un seguro de responsabilidad civil para todos los perros, independientemente de su raza. Esta disposición busca garantizar que los propietarios puedan responder ante cualquier daño a terceros, un requerimiento que antes solo se aplicaba a los perros considerados potencialmente peligrosos. Por si esto fuera poco, también ha surgido un debate sobre la posible implantación de un impuesto anual para los dueños de mascotas, algo que ya existe en países como Alemania o Suiza. Aunque la medida aún no es oficial, varios ayuntamientos españoles están considerando esta opción. Todo esto plantea un nuevo escenario económico para los propietarios de animales de compañía.

La nueva ley que afecta a los dueños de perros

Hasta la llegada de la ley de protección bienestar animal, sólo se exigía un seguro para perros clasificados como potencialmente peligrosos, con una cobertura mínima de 120.000 euros. Sin embargo, con la nueva normativa, esta obligación se extiende a todos los perros, sin importar su raza o tamaño.

Y aunque el coste de un seguro básico de responsabilidad civil varía entre 20 y 30 euros anuales, aunque las primas pueden aumentar dependiendo de la raza y las características del perro. Por ejemplo, los perros considerados de mayor riesgo suelen tener tarifas más altas. La finalidad de este seguro es proteger tanto al animal como a su propietario frente a posibles daños a terceros.

Es importante tener en cuenta que este gasto se suma a otros ya habituales en el cuidado de un perro, como alimentación, visitas al veterinario, vacunas y productos de limpieza. En total, los gastos anuales de mantenimiento de una mascota en España pueden superar los 1.400 euros.

El posible impuesto para dueños de mascotas

Otra medida que ha causado controversia en las últimas semanas es la posible implantación de un impuesto específico para propietarios de mascotas. En países europeos como Alemania, esta tasa es habitual y se utiliza para financiar servicios relacionados con los animales, como parques para perros o campañas de vacunación. En España, algunos ayuntamientos están explorando esta opción, aunque no está claro si llegará a aplicarse a corto plazo.

Este tipo de medida no es nueva; ya se intentó implementar en Zamora hace cinco años, aunque no prosperó. Sin embargo, el debate ha resurgido en el contexto actual, especialmente después de la aprobación de la Ley de Bienestar Animal, que ha incrementado las obligaciones económicas para los dueños de perros. La posibilidad de un impuesto ha generado reacciones encontradas entre los propietarios. Algunos consideran que sería justo si estuviera acompañado de servicios adicionales, como parques exclusivos o beneficios fiscales para mascotas.

¿Cómo afectara esta normativa a los dueños de perros?

El impacto económico de estas medidas puede ser considerable. Por un lado, el seguro obligatorio representa un coste fijo que antes solo afectaba a ciertos propietarios. Por otro lado, si se implementa el impuesto sobre las mascotas, muchos dueños tendrán que ajustar su presupuesto para incluir este nuevo gasto.

En cualquier caso, también se espera que estas medidas fomenten una tenencia responsable de los animales, asegurando que los propietarios sean conscientes de sus obligaciones y cuenten con recursos adecuados para el cuidado de sus mascotas. Sin embargo, la discusión sigue abierta sobre si estas cargas económicas deberían recaer exclusivamente en los dueños o si las administraciones deberían asumir parte de los costos.

El futuro de estas regulaciones y la posible implantación de un impuesto está todavía por definirse. Mientras tanto, es crucial que los dueños de perros se mantengan informados sobre sus nuevas obligaciones legales y económicas. Aunque estas medidas puedan parecer un reto, también son una oportunidad para reflexionar sobre la importancia de cuidar adecuadamente a nuestras mascotas y garantizar su bienestar.

En definitiva, tener un perro es una experiencia enriquecedora, pero también implica asumir compromisos económicos y legales que están en constante evolución. Ahora más que nunca, la responsabilidad de los dueños es clave para construir una convivencia armónica entre humanos y animales.