Lo que te puede pasar si dejas que tu perro te chupe la cara, según un experto

Tener un perro en casa es una experiencia enriquecedora y llena de amor, pero también conlleva una serie responsabilidades y riesgos que a menudo pasamos por alto. Uno de los comportamientos más comunes y adorables de nuestros amigos peludos es lamer la cara de sus dueños, o que solemos interpretar como una muestra de cariño. Sin embargo, este gesto, que parece inofensivo, puede tener graves consecuencias para nuestra salud. Y es que, su lengua, aunque puede parecer suave y tierna, está llena de bacterias que forman parte de su microbioma. Asimismo, investigaciones han demostrado que los perros pueden portar una gran variedad de patógenos en su saliva, algunos de los cuales pueden causar enfermedades en humanos.

El contacto cercano con la saliva de un perro, especialmente en áreas sensibles como la cara, puede facilitar la transmisión de estas bacterias. Entre los microorganismos más preocupantes se encuentran Campylobacter, E. coli y Salmonela, que pueden provocar desde malestar estomacal hasta diarreas graves. Además, hay otros patógenos menos conocidos, como la Pasteurella multocida, que pueden causar infecciones más serias. Por ello, es esencial ser conscientes de los riesgos asociados con los lametones de los perros. Aunque estos gestos son parte de la expresión de afecto de nuestros amigos caninos, es importante establecer límites y fomentar prácticas de higiene adecuadas.

Dejar que el perro te chupe la cara puede ser peligroso para tu salud

Tener un perro en casa conlleva una gran responsabilidad que exige tiempo y dedicación. Estos animales necesitan salir varias veces al día para pasear, hacer sus necesidades y jugar. Además, requieren alimentación, visitas al veterinario, lo que genera un gasto considerable, y también es esencial mantenerlos limpios.

Cumplir con estas responsabilidades es crucial para asegurar el bienestar de la mascota. Cuando los perros son felices, muestran su gratitud a sus dueños a través de lametones en el rostro. Este gesto, aunque tierno, puede tener serias repercusiones para la salud de los humanos.

El doctor David Callejo Crespo, en su podcast «¿Ciencia o evidencia?» (Podimo), advierte sobre los riesgos de permitir que los perros laman las caras de sus dueños. Explica que los canes albergan alrededor de 600 tipos de bacterias. Aunque no son muchas más que las que tenemos los humanos, son diferentes y pueden ser perjudiciales. Por ejemplo, los perros pueden portar patógenos como Campylobacter, E. coli y Salmonela, que pueden provocar diarreas graves.

El médico aconseja evitar que los perros chupen la cara y las mucosas. Recomienda tratar a los perros con el mismo cuidado que a un amigo cercano, pues esto puede ayudar a prevenir enfermedades. En caso de contacto, es fundamental lavarse bien las manos y la cara después.

 

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Enfermedades que pueden transmitir a los humanos

Los perros son considerados parte de la familia, pero es crucial reconocer que también pueden ser portadores de enfermedades que, en ciertos casos, pueden transmitirse a los humanos. La zoonosis implica una vía de transmisión directa, como la saliva o las mordeduras, o una vía indirecta a través de vectores como insectos o parásitos.

Una de las zoonosis más conocidas es la enfermedad de Lyme, causada por la bacteria Borrelia burgdorferi. Esta enfermedad se transmite principalmente a través de las garrapatas. Los síntomas iniciales incluyen dolores musculares y cojera, que pueden evolucionar hacia vómitos y fiebre.

Dado que puede ocasionar complicaciones severas, es esencial diagnosticarla rápidamente mediante un análisis de sangre y tratarla con antibióticos. Para prevenir su contagio, es aconsejable vacunar al perro, revisar su pelaje con regularidad en busca de garrapatas y utilizar collares específicos.

Otra enfermedad es la dirofilarosis canina, también conocida como enfermedad del gusano del corazón, provocada por Dirofilaria immitis. Se transmite de manera indirecta a través de las picaduras de mosquitos, afectando la salud cardiovascular del perro. Para evitarla, es fundamental aplicar tratamientos antiparasitarios de forma regular.

La leishmaniosis, también conocida como la enfermedad del mosquito, es otra zoonosis a tener en cuenta. Este padecimiento se transmite a través de la picadura de un mosquito llamado flebotomo y es prevalente en diversas regiones de España.

Los síntomas pueden incluir úlceras en la piel, fiebre y pérdida de peso, y si no se trata a tiempo, puede dañar gravemente órganos vitales. La prevención se logra mediante el uso de collares antiparasitarios y tratamientos recomendados por el veterinario.

Finalmente, la sarna sarcóptica es un problema que también se puede transmitir. Provocada por el ácaro Sarcoptes scabiei, esta enfermedad provoca picazón intensa y lesiones cutáneas tanto en perros como en humanos. Es contagiosa y requiere atención veterinaria inmediata para garantizar un tratamiento adecuado y evitar su propagación.

En conclusión, conocer las zoonosis asociadas a los perros nos permite cuidar mejor de ellos y de nosotros mismos, asegurando que todos en la familia estemos sanos y felices.