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Activistas de Podemos cortan Génova para protestar contra Ayuso ante la pasividad de la Policía de Marlaska

Activistas de Podemos cortan Génova en una protesta contra Ayuso ante una Policía pasiva

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Paula M. Gonzálvez

Activistas de Podemos han cortado Génova este miércoles a la altura de la sede del PP, para protestar contra Isabel Díaz Ayuso. El corte de la calle se ha producido ante la pasividad de la Policía de Marlaska, que hace meses impedía a los manifestantes frente a Ferraz que protestaran contra Sánchez y cortar donde está situada la sede del PSOE. 

Los activistas han protagonizado una suerte de escrache contra Ayuso ante la sede nacional del PP, donde han repetido la acusación que el diputado de Sumar (antes de Podemos) Javier Sánchez Serna ha lanzado esta mañana desde la tribuna del Congreso contra la presidenta madrileña: la de que «apretó el gatillo» contra los ancianos de las residencias durante la pandemia. «¡Son asesinatos, no son muertes!», han gritado esta tarde en Génova 13.

Entre carteles contra Ayuso con referencias a las muertes del covid y banderas republicanas, los simpatizantes de Podemos han pedido ante la sede de Génova la dimisión de la dirigente madrileña y han gritado también la consigna «¡es una mafia, no es partido!». «¡Ayuso, dimisión!», «¡tu pisito es un delito!» y «¡tranquilo Casado, aquí está tu legado!», también son frases que se han dejado oír contra Ayuso en esta concentración que, unida al resto de ataques proferidos contra la líder madrileña, pinta un escenario muy parecido al acoso.

Banderas republicanas en la protesta podemita contra Ayuso.

Banderas republicanas en la protesta podemita contra Ayuso.

Los manifestantes se han congregado alrededor de las 19.00 horas  convocados por la asociación La Plaza bajo el lema Mi familia se murió, la tuya se forró’, a través de redes sociales. La Policía Nacional ha tenido que cortar el tráfico en la calle Génova, en sentido bajada hacia Colón, y en la calle Zurbano, perpendicular a esta, cuando ha ido creciendo la afluencia. A la concentración contra Ayuso han acudido unas 800 personas, según la Delegación del Gobierno en Madrid, que han invadido y cortado gran parte de la calle Génova.

Ni el caso de las mascarillas ni las informaciones sobre Begoña Gómez ni las que rodean a Pedro Sánchez o María Jesús Montero los han movilizado. Ha sido la investigación a la pareja de Ayuso, que no ostenta cargo público, la que les ha sacado de casa hasta la sede del PP nacional y de Madrid. Y el objetivo era hacer lo que estaba prohibido en Ferraz en su momento: cortar la calle.

Cabe recordar que Podemos no tiene representación en la Asamblea de Madrid, donde el PP cuenta con mayoría absoluta. Es decir, la formación no consiguió el respaldo suficiente de los votantes en las urnas para tener voz en los plenos. De esa forma, la voz tienen que alzarla al raso.

Génova es un lugar recurrente para estos activistas. La asociación La Plaza es la que se ha encargado de convocar la concentración, imitando el pásalo con el que también protestaron en el mismo lugar tras el 11M.

Esta vez han utilizado como reclamo a la familia de la presidenta. Incluso a su padre fallecido. Han recurrido también a la polémica de las residencias de mayores -por lo que le han gritado «¡asesina!»-, un arma arrojadiza que suelen utilizar desde la oposición y sobre la que un pseudocomité de expertos elaboró, recientemente, un informe que señalaba directamente a Ayuso como responsable de la muerte de ancianos durante la pandemia.

En realidad, el tribunal de la verdad -así lo llamaron- estaba compuesto por personalidades relacionadas con Podemos y PSOE que decidieron llevar a cabo esta iniciativa pese a las 19 denuncias que ya ha archivado la justicia, que ha dado la razón a la líder madrileña. «¿Ayuso de rositas? ¡Tenemos que echarla!», escribieron.

Reforzar la seguridad

La Comunidad de Madrid solicitó reforzar la vigilancia en las inmediaciones de la vivienda en la que reside Ayuso con su pareja, en Chamberí, después de conocer que algunos periodistas han estado merodeando la zona, intentando hablar con el entorno y los vecinos, como ha explicado el portavoz del Ejecutivo, Miguel Ángel García Martín.

El delegado del Gobierno, Francisco Martín, dio la negativa por respuesta, de forma que han elevado la petición hasta el Ministerio del Interior de Fernando Grande-Marlaska.

García Martín ha hablado en nombre del Gobierno y ha declarado que «no se encontrará mayor respeto a la libertad de prensa del que hay en este Ejecutivo en ningún otro sitio». De hecho, ha querido marcar la diferencia con los socialistas, con una alusión clara a Pedro Sánchez y su Gobierno: «Nosotros respondemos a todas las preguntas, no como otros, ni vetamos cuestiones ni vetamos a ningún medio en las ruedas de prensa, y respetamos el trabajo que realizan todos los informadores».

Asimismo, ha pedido que se respeten «los entornos privados», sin importar quién sea la persona afectada, y ha señalado que «se están traspasando determinadas líneas rojas» que no cree que se deban cruzar «con ningún político», sea del signo que sea.

«La presidenta tiene derecho a disfrutar de su vida privada sin ser acosada en su domicilio particular y su familia tiene derecho al anonimato. No ostentan ningún cargo público», ha sentenciado.

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