Òmnium recaudó 2,7 millones para apoyar la consulta soberanista

Puso en marcha la campaña Ara es l'hora junto a la ACN para colocar las urnas en toda Cataluña

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Manifestantes en la consulta ilegal celebrada por la ANC el 9N de 2014 (Albert Llop/Getty)

Las movilizaciones ciudadanas a favor de la independencia de Cataluña ya se han convertido en el principal negocio para Òmnium Cultural, la asociación presidida por Quim Torra y dedicada teóricamente a la defensa de la lengua y la cultura catalana.

Según sus cuentas oficiales, Òmnium recaudó el año pasado 2,7 millones de euros en forma de «donaciones y patrocinios» a través de la campaña Ara es l’hora organizada junto a la Asamblea Nacional Catalana (ANC). De esta cifra, 1,2 millones de euros se recaudaron en forma de donativos a través de Internet, casi medio millón de euros a través de una operación de telemarketing y 414.051 euros como donaciones directas ingresadas en sus cuentas corrientes. Una cantidad mucho más modesta, 9.043 euros, se obtuvo a través de su tienda virtual con la venta de productos como camisetas, toallas y gorras con la bandera estelada.

La campaña Ara es l’hora se desarrolló entre julio y noviembre de 2014 para garantizar una movilización multitudinaria en la «V» de la Diada del 11 de Septiembre, que TV3 convirtió en un gran espectáculo gracias a la participación de varios cientos de miles de personas, y en el referéndum ilegal de independencia celebrado el 9 de noviembre.

Gastó más de un millón en publicidad

La consulta registró una elevada cifra de participación gracias a la campaña impulsada durante meses por la televisión autonómica TV3 y a que la propia Generalitat presionó a los directores de centros educativos públicos, para que aceptaran la instalación de las urnas.

En cualquier caso, los ingresos millonarios obtenidos abren a Òmnium Cultural posibilidades que pocas asociaciones pueden permitirse. El año pasado gastó 1,1 millones de euros en «publicidad y propaganda», centrada en sus campañas a favor de la independencia de Cataluña, y otros 2,7 millones en la contratación de «servicios profesionales independientes».

La partida de personal supuso un gasto de 1,2 millones de euros, para pagar a una plantilla de 56 personas, compuesta por siete profesionales con categoría directiva, 36 técnicos, dos profesores y 11 administrativos. Los sueldos abonados alcanzan los 23.000 euros anuales para los adminitrativos, 27.690 para los técnicos y 50.500 euros para los directivos.

No obstante, la asociación especifica que de acuerdo con sus estatutos los miembros de su Junta Nacional no pueden cobrar un sueldo de la entidad. Se repartieron, eso sí, 30.000 euros en concepto de dietas y gastos de desplazamientos y representación.

Contra el castellano en las aulas

Òmnium Cultural también declaró el año pasado un patrimonio inmobiliario por valor de tres millones de euros, ingresó 76.462 euros por alquileres y efectuó inversiones inmobiliarias por valor de 454.613 euros. Este patrimonio incluye más de 30 sedes distribuidas por todos los rincones de Cataluña. Entre ellas, su sede central en la calle Diputación de Barcelona, un edificio en Reus recibido en forma de «herencia» en 2010 y otro inmueble en Portbou, que constituye un activo procedente de la antigua Fundació Omnium.

Como ha informado OKDiario, aunque Òminum Cultural lucha denodadamente para romper la Constitución, se beneficia de los incentivos y rebajas fiscales que la Ley 49/2002 prevé para las entidades sin ánimo de lucro. De este modo, tan solo tributa a la Administración del Estado un 10% en concepto de IVA y de Impuesto de Sociedades.

De acuerdo con la hoja de ruta trazada junto a la Asamblea Nacional Catalana (ANC), la campaña Ara es l’hora tiene su continuidad este año para respaldar a los partidos soberanistas en las elecciones del 27S a las que el presidente Artur Mas quiere dar un carácter «plebiscitario», como paso previo a la declaración de independencia.

Pese a que sus fines declarados son «fomentar la defensa de la lengua y la cultura catalana», la asociación que preside Quim Torra también se volcó el año pasado en otras campañas soberanistas como Catalans want to vote -con exhibiciones de castellers en las principales capitales europeas para «internacionalizar el proceso»- y Per a un país de tots, decidim escola catalana, en defensa del modelo de inmersión lingüística y para rechazar el aumento del número de horas impartidas en castellano en los centros educativos.

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