Investigación
'BÁRBARALEAKS'

Juan Carlos I tras destaparse su romance con Marta Gayá: «Ya me harté, por los cojones voy a coger esto»

Los audios revelan que el emérito pensaba que la fuente de esas informaciones era Sabino Fernández Campo

Los audios de Bárbara Rey contienen información valiosa hasta de otras amantes que han poblado la vida de Juan Carlos I. Este audio al que ha tenido acceso en exclusiva OKDIARIO desvela el enorme enfado que tuvo Juan Carlos I cuando se rompió por primera vez la omertà mediática que blindaba su vida privada, plagada de fugaces romances y escapadas que la prensa de entonces prefirió guardar en cajones de siete llaves. Todo eso acabó cuando El Mundo en junio de 1992 y luego la revista Época en agosto de ese mismo año se atrevieron hablar del romance del monarca con una chica de Palma de Mallorca llamada Marta Gayá, a la que Época bautizó como La dama del rumor.

En esta conversación entre Juan Carlos I y Bárbara Rey del año 1994 el monarca le cuenta a su amante el «cabreo» que tuvo tras destaparse aquel reportaje firmado por Juan Luis Galiacho. El affaire con Gayá también ocupó las páginas de la revista Oggi y a ello le siguió una información de El Mundo en el que se daba cuenta de un polémico viaje a Suiza de incógnito que le impidió a Juan Carlos I firmar el Real Decreto de sustitución de Fernández Ordoñez por Javier Solana. El motivo tenía nombre y apellido: Marta Gayá.

Juan Carlos I le dijo a Bárbara Rey: Es más… Es más. Yo agarré tal cabreo que, después de lo de Época y después del artículo de Diario 16, con unas declaraciones de Sabino diciendo que la culpa de todo la tenía Mario Conde y… en verano, que salió… y luego un artículo también diciendo que si en una revista italiana [Oggi] que habían… todo eso que había salido hace dos años… o hace tres… Bueno, pues un día me harté y dije: «¿Sí?, pues por los… por los cojones voy a coger yo esto. Al toro voy a cogerlo por los cuernos». 

El emérito ya sabía a esas alturas que la fuente de esas informaciones no era otro que el ex jefe de la Casa Real, Sabino Fernández Campo. La intención de Sabino era darle un toque de atención al monarca y así poner freno al estilo de vida descontrolado que llevaba en pleno derrumbe del felipismo parasitado por la galopante corrupción del PSOE.

Marta Gayá era amiga de José Luis de Vilallonga que, a su vez, fue biógrafo de Juan Carlos I. «Durante muchos años se hablaba de una amistad especial con Marta Gayá y lo cierto es que los mallorquines daban por hecho que, más que una amistad, era una relación sentimental. Para los paparazzi de esa época fue absolutamente imposible obtener una imagen, pero es cierto que alguna vez se pudo hablar con ella, que siempre fue muy discreta y jamás confirmó, ni siquiera, una relación de amistad», contó a este periódico el periodista Jaime Peñafiel.

Juan Carlos I donó a Marta Gayá dos millones de euros en dos entregas de un millón cada una: en 2011 y otra en 2012. Para ejecutar la operación, los testaferros del ex monarca utilizaron la misma cuenta de la offshore panameña Fondation Lucum en el Banco Mirabaud, desde donde también transfirieron los 65 millones de euros del regalo a Corinna Sayn Wittgenstein, a mediados de 2012.

Juan Carlos y Gayá mantuvieron una relación sentimental estable durante años. OKDIARIO reprodujo en abril de 2017 una cinta grabada por los servicios secretos en la que el entonces Rey confesaba a un amigo su amor por la mallorquina. Le decía: «Nunca he sido tan feliz». Y se refería a Gayá como «my girlf» («mi novia» en español). La llamada de Su Majestad fue interceptada por el servicio de escuchas del antiguo CESID a última hora de la mañana del 4 de octubre de 1990.