España lleva dos meses sin plan de rescate de las pateras por el veto a la Guardia Civil

Inmigrantes Canarias
Una patera llena de inmigrantes.

España lleva dos meses sin dispositivo para rescatar a las pateras que llegan a las costas del Mediterráneo, debido a que la Comisaría General de Extranjería de la Policía Nacional ha vetado la participación de la Guardia Civil en la operación.

La Agencia Europea para la Gestión de las Fronteras (Frontex) financia y desarrolla cada verano dos misiones internacionales para controlar la inmigración ilegal en las costas españolas.

En la operación Índalo, que debía iniciarse el pasado 1 de mayo, agentes, patrulleras y helicópteros de una decena de países de la UE vigilan la costa sur española, desde Huelva hasta Murcia, para detectar e interceptar la llegada de pateras.

Por su parte, la misión Minerva incluye un control exhaustivo de los puertos de Algeciras, Ceuta y Melilla durante la Operación Paso del Estrecho (OPE), cuando se intensifica el tráfico de viajeros con el norte de África.

Las misiones Índalo y Minerva

El Gobierno español recibe de la Unión Europea cerca de un millón de euros al mes para financiar ambos dispositivos. La operación Índalo debía haberse iniciado el pasado 1 de mayo pero, dos meses después, permanece bloqueada debido al veto que ha planteado la Comisaría General de Extranjería.

En las comunicaciones establecidas desde el pasado mes de abril con la dirección del Frontex, el número 2 de la Comisaría de Extranjería, David Agorreta, ha insistido una y otra vez en que sólo los agentes de la Policía Nacional deben participar en el control de las fronteras de Algeciras, Ceuta y Melilla, dentro de la operación Minerva.

Por su parte, la Guardia Civil asume que el control de pasaportes es una tarea que corresponde en exclusiva a la Policía Nacional. Pero considera conveniente que agentes del Instituto armado complementen las labores de vigilancia en las citadas fronteras, dentro de sus funciones de Guardia Civil del Mar y Policía fiscal, es decir, de lucha contra el tráfico ilegal de personas y mercancías.

Este tira y afloja se mantiene entre los dos cuerpos de seguridad implicados desde el pasado mes de abril. Ante la falta de acuerdo, el Frontex ha optado por retrasar el comienzo de la operación Índalo, que debía haberse iniciado el pasado mes de mayo.

Terroristas entre la marea de refugiados

Como consecuencia de ello, España lleva dos meses sin el dispositivo internacional que, con agentes y medios técnicos de una decena de países, sirve para interceptar la llegada de pateras y rescatar a sus ocupantes. La ausencia de estos medios, por tanto, puede tener consecuencias fatales a la hora de salvar las vidas de quienes intentar alcanzar la costa española desde el norte de África.

Pero además, el Frontex sitúa ahora entre sus prioridades la vigilancia de las fronteras para evitar que terroristas yihadistas entren en la Unión Europea infiltrados entre la marea humana de la inmigración ilegal.

Fundamentalmente, en las islas griegas a las que llega el éxodo de refugiados procedentes de la guerra de Siria. Existe constancia de que al menos uno de los terroristas que participaron en los atentados de París del pasado mes de noviembre entró en Europa a través de la isla de Lesbos, camuflado entre la oleada de refugiados, y logró burlar todos los controles de la Unión Europea.

Pero este riesgo también existe en la zona del Estrecho y en la zona occidental del Mediterráneo. Los terroristas yihadistas de Estado Islámico y Boko Haram ya han comenzado a atacar a países como Nigeria y Guinea que envían inmigración ilegal con destino a España.

Yihadismo islamista en Ceuta

De hecho, la Guardia Civil descubrió el pasado mes de abril en Ceuta un zulo con armas y un pendrive con información, que pertenecía a terroristas de Estado Islámico (ISIS). Dos meses antes, cuatro personas fueron detenidas en Ceuta y Nador (Marruecos), en una operación policial conjunta contra el DAESH.

Por tanto, la disputa burocrática que ha retrasado durante dos meses la operación Índalo de vigilancia de las costas españolas no sólo puede tener un elevado coste en vidas humanas. También puede facilitar que terroristas yihadistas entren en España a través de la inmigración ilegal que cruza el Estrecho.

Tan sólo el pasado mes de abril llegaron a las costas de Cádiz, Almería y Granada 20 pateras con 456 inmigrantes ilegales procedentes del norte de África. En cuanto a las fronteras de Ceuta y Melilla, en abril penetraron otros 130 inmigrantes ilegales, la mayor parte de ellos atravesando la alambrada.

Como en años anteriores, agentes de Bélgica, Chequia, Francia, Italia, Letonia, Noruega, Polonia, Portugal, Rumanía y Suecia participarán en los dispositivos Índalo y Minerva en las costas españolas, en cuanto se logre resolver la disputa que tiene paralizada su puesta en marcha.

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