El imán de Ripoll montó la célula yihadista de la matanza de La Rambla mientras era confidente del CNI

El imán de Ripoll
El imán de Ripoll
Manuel Cerdán

Aldelbaki Es Satty, el imán de Ripoll y cerebro de los atentados de Barcelona y Cambrils, era confidente del Centro Nacional de Inteligencia (CNI) en el momento en el que su célula yihadista cometió la matanza en Las Ramblas, el pasado 16 de agosto. Esa es la información con la que trabaja el Juzgado Central de Instrucción número 4 de la Audiencia Nacional y que está recogida en una pieza separada, que el magistrado Fernando Andreu mantiene declarada secreta.

Los investigadores están convencidos de que el imán salafista, una de las corrientes más violentas del Islam, mantuvo una doble vida ante sus agentes de contacto del CNI. El imán, al tiempo que facilitaba información a los servicios secretos y cobraba fondos reservados por esa labor, montaba la célula terrorista que perpetró el segundo atentado más sanguinario de la historia del terrorismo en Cataluña. El comando yihadista estaba integrado por una docena de jóvenes marroquíes que habían sido adoctrinados por el propio Es Satty.

OKDIARIO publicó ayer que un agente de los Mossos habló durante cuatro minutos desde su oficina en la Ciudad Condal con el autor de la masacre de Barcelona, dos horas antes del atentado. La Policía sospecha de que Younes Abouyaaqoub, el terrorista de 22 años que atropelló y asesinó a 14 personas, formara también parte de la lista de confidentes de la policía autónoma catalana.

La investigación de la Audiencia Nacional sobre el imán-espía está en manos de Dolores Delgado, la fiscal especial contra el terrorismo yihadista, una de las profesionales con mayor experiencia en organizaciones terroristas fundamentalistas y muy respetada entre los profesionales de la Policía.

Las pesquisas dirigidas desde la Fiscalía se centran en la reconstrucción de todos los movimientos del imán de Ripoll antes del atentado, su paso por la cárcel de Castellón, su permiso de residencia para permanecer en España y las facilidades de las que disfrutaba para moverse por el territorio nacional y por el extranjero.

El rastreo sobre la vida secreta del imán, que falleció antes del atentado en la explosión del chalé de Alcanar, en Tarragona, se realiza con total sigilo y sólo tiene acceso a su contenido un grupo muy reducido de personas. Aún así, OKDIARIO ha podido saber que el CNI está al tanto de las investigaciones sobre su confidente.

Para el CNI, su misión es captar confidentes

Uno de los cuadros medios del CNI manifestó ante un grupo de funcionarios que era la obligación del Centro –“una de sus misiones principales”- captar confidentes e infiltrar colaboradores dentro de las entrañas de las células terroristas: “Si el imán hubiera colaborado con nosotros sería algo normal. Estaría dentro de los cometidos del CNI”, aseguró.

Sin embargo, la displicencia con la que el agente trata el caso nada tiene que ver con la preocupación que existe en dirección de La Casa, como se conoce a la sede del espionaje español. La obsesión desde hace semanas es que no trascienda a la opinión pública la condición de confidente del imán de Ripoll.

Pero lo verdaderamente denigrante para los servicios secretos es que Aldelbaki Es Satty los engañó y, mientras fue financiado con fondos reservados, montó una estructura terrorista con jóvenes marroquíes, que fueron adoctrinados para morir por la Yihad. Durante dos años el imán de Ripoll se convirtió en doble agente y logró zafarse de la vigilancia policial de los Mossos, a no ser que la policía autonómica también estuviera al tanto de su infiltración.

Tras las informaciones desveladas ayer por OKDIARIO sobre la misteriosa llamada desde una oficina de los Mossos al autor de la matanza de Barcelona, observadores policiales encuentran una explicación al extraño comportamientos de los agentes catalanes en las horas previas y posteriores al atentado. Sobre todo, cómo investigaron la explosión del chalé de Alcanar que atribuyeron a un laboratorio de drogas.

Tampoco entienden la manera y la rapidez como los Mossos cerraron de manera oficial la desarticulación de la célula terrorista formada por doce yihadistas, de los cuales seis fueron abatidos a tiros y dos saltaron por los aires en Alcanar, entre ellos el cerebro del atentado y confidente del CNI.

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