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Trump relata cómo se salvó del atentado: «Normalmente hay que morir para tener una foto emblemática»

"Mataron al atacante de un tiro entre los ojos. Hicieron un trabajo fantástico", cuenta el ex presidente de Estados Unidos

Donald Trump es tan consciente como el resto del mundo de que este sábado se convirtió en el protagonista de una foto que ya es histórica, la que tomó uno de los jefes de la agencia Associated Press, Evan Vucci, en la que se puede ver al ex presidente de Estados Unidos inmediatamente después de que intentaran matarlo en el atentado que sufrió durante un mitin en Pensilvania. «Mucha gente dice que es la foto más emblemática que han visto jamás. Tienen razón y no morí. Normalmente hay que morir para tener una foto emblemática», ha declarado el candidato republicano en una entrevista concedida a The New York Times. En la escena se le ve con el puño en alto, un gesto que hizo mientras clamaba «¡lucha!» repetidas veces.

El magnate ha reconocido que «se supone» que debería «estar muerto» tras el suceso que ha tildado de «experiencia muy surrealista» que habría acabado con su vida, ha subrayado, si no hubiera girado la cabeza ligeramente hacia la derecha, un movimiento que hizo para leer un cartel.

Donald Trump ha relatado cómo vivió el intento de magnicidio del que fue víctima, especialmente cuando los agentes del Servicio Secreto lo escoltaron hasta el coche para sacarlo del recinto en el que se celebraba el acto y ponerlo a salvo. Según el magnate, los agentes le «golpearon tan fuerte» que llegó a perder los zapatos. Además, en el momento en el que extendió el brazo de manera victoriosa, dando a entender a los simpatizantes que estaba bien, el republicano manifestó su deseo de seguir hablando a los allí presentes, pero los escoltas se lo impidieron. Le dijeron que no era seguro y que tenían que llevarlo a un hospital.

Cómo fue abatido el atacante

Más allá de la protección que le proporcionaron, Trump también ha hecho alusión al trabajo de las fuerzas de seguridad en lo que respecta al atacante, que fue identificado como Thomas Matthew Crooks y abatido apenas segundos después de que disparara. «Le mataron de un tiro entre los ojos. Hicieron un trabajo fantástico», ha explicado. El joven se encontraba en un tejado, a 150 metros de distancia.

Este suceso es el tema central del discurso del ex mandatario en la convención, como él mismo ha confesado, por lo que ha tenido que reescribirlo para abordar el momento y aprovecharlo como «una oportunidad de unir a todo el país, incluso a todo el mundo». El mensaje es, por tanto, «muy distinto, muy diferente de lo que habría sido hace dos días», ha incidido por otro lado en otra entrevista con Washington Examiner.

Por otro lado, Joe Biden ha condenado este lunes el intento de magnicidio al líder republicano. El presidente de Estados Unidos ha tardado 48 horas en hacerlo. De hecho, Biden fue criticado por no hacerlo desde un primer momento, cuando optó por declarar «vamos a esperar» por no tener claro lo que había ocurrido, según indicó.