Revolución del folio blanco en China: así impide la policía grabar imágenes con el móvil en la calle

China vive los días más convulsos desde los sucesos de Tiananmém de 1989 y la represión policial aumenta día a día, pero también las protestas de la llamada Revolución del folio blanco se extienden cada vez por más ciudades. Para acallarlas, patrullas policiales enfadadas en los reconocibles equipos de protección anticovid, los EPI, recorren las calles para impedir que los ciudadanos graben cualquier tipo de incidente. Ni siquiera permiten los agentes que les graben a ellos cuando patrullan por las calles, tal y como puede apreciarse en las imágenes que acompañan estas líneas.

Las fuerzas de seguridad están desplegadas en toda China frente a manifestaciones y protestas que no se habían visto en décadas, provocadas por los estrictos confinamientos frente al covid y la frustración de la población con el sistema político. Pero cada día llegan más ejemplos de protestas a las redes, pese a que las autoridades y la Policía han emprendido una feroz caza de brujas. Por ejemplo, en Shanghái, la Policía revisa en el metro de los móviles de los viajeros uno por uno para comprobar si han participado de las protestas callejeras contra los confinamientos y pidiendo libertad. Buscan quién ha podido participar y grabar las protestas para detenerles. Y posiblemente para enviarles a los barracones de reeducación que China está construyendo a marchas forzadas.

Los agentes revisan uno por uno los móviles de los viajeros y comprobando si tienen imágenes que el régimen comunista puede considerar peligrosas. Por lo que respecta a las protestas históricas el máximo organismo de seguridad de China ha pedido este el martes «medidas enérgicas» tras varios días de protestas en las principales ciudades del país para protestar contra los estrictos confinamientos sanitarios y en demanda de mayores libertades.