El nacionalismo escocés en claro retroceso tras el descalabro del SNP

El nacionalismo escocés está en claro retroceso, tal y como demuestra el descalabro electoral que ha sufrido el Partido Nacionalista Escocés. El partido liderado por Nicola Sturgeon ha cosechado unas muy malas cifras -34 escaños según los sondeos a pie de urna-, un claro retroceso en comparación con los 56 parlamentarios que lograron en las elecciones en 2015.

Entonces, el Partido Nacionalista Escocés -SNP- vivía sus mejores días. Pese a que un año antes no había sido capaz de liderar una victoria en el referéndum independentista celebrado en Escocia, haber llegado a tener un papel protagonista tanto en la convocatoria como durante la campaña de dicho referéndum ya fue importante. Entonces, el SNP venía de no haber tenido representación tras las elecciones de 2010 y de haber conseguido cuatro escaños en los anteriores comicios, en 2005.

Aquella derrota en el referéndum escocés hizo que su líder Alex Salmond dimitiera y cediese el testico a Nicola Sturgeon, quien aprovechó la ola para conseguir el histórico resultado para el nacionalismo escocés en 2015. Pero estas elecciones anticipadas les han cogido con el pie cambiado. El nacionalismo escocés está en retroceso y así lo muestran estos resultados.

Nicola Sturgeon ya avanzó durante la noche electoral la posibilidad de brindar el apoyo de sus parlamentarios al Partido Laborista con vistas a la posible formación de un gobierno liderado por Jeremy Corbyn.

Con respecto a su propio futuro tras estos resultados, dijo Sturgeon en una de sus primeras comparecencias ante los medios que «no voy a tomar ninguna decisión importante a las 4 de la mañana». Sí que dejó claro que «uno de los temas más importantes en el Reino Unido es que esto ha sido un desastre para Theresa May. Ella convocó estas elecciones, y ahora ha tenido un rendimiento desastroso».

El propio Alex Salmond, histórico líder nacionalista, perdió su escaño en Gordon, asiento parlamentario que fue a parar al Partido Conservador. El político, con 30 años de carrera a cuestas, dijo que «aú no he dicho la última palabra», si bien reconoció que «el SNP ha perdido muchos parlamentarios brillantes esta noche, es un sinsabor enorme».