La campaña estadounidense empieza con una bronca tuitera entre Clinton y Trump

Inmediatamente después de que el presidente de Estados Unidos apoyara a Hillary Clinton ara su campaña hacia la Casa Blanca, ha llegado la reacción del lenguaraz rival con el que se enfrentará la ex secretaria de Estado. La pelea entre Hillary Clinton y Donald Trump se adivina durísima a tenor de su cruce de de ataques en Twitter.

Donald Trump, quien será el candidato republicano a la Casa Blanca, ha lanzado un ataque con la filosofía de abatir «dos pájaros de un tiro». En su cuenta de esta red social ha escrito: «Obama ha expresado su apoyo a la deshonesta Clinton. Lo que quiere son otros cuatro años más de Obama… ¡pero nadie más lo quiere!».

Obama just endorsed Crooked Hillary. He wants four more years of Obama—but nobody else does!

— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) June 9, 2016

La presumible candidata demócrata no ha tardado ni un minuto en contestar al magnate con el que se medirá el primer martes después del primer lunes de noviembre. Enlazando el tuit de Trump, la primera mujer que aspirará a la Casa Blanca se ha limitado a contestar: «Borra tu cuenta».

Delete your account. https://t.co/Oa92sncRQY

— Hillary Clinton (@HillaryClinton) June 9, 2016

Las campañas electorales ya no son lo que eran . Se está viendo en España, con el trabajo ingente que hacen los ‘bots’ de Podemos en Twitter, que tiene más poder que cualquier ‘mailing’; con los happenings sociales que montan los partidos, que funcionan mucho mejor que los mítines… La política tradicional se ha quedado atrás.

Ya Barack Obama desarrolló su primera campaña electoral en 2008 utilizando las redes sociales para cebar debates y conocer los intereses inmediatos de los electores regionalizados por estados, por distritos electorales, por ciudades… y hasta por barrios.

Ahora, el espectáculo político invade no sólo las televisiones, sino también las cuentas de Twitter de los candidatos. Cualquier movimiento de uno es magnificado por los suyos y utilizado por los rivales en su contra. Es el juicio de las masas, y se gana de inmediato. Sin medias tintas. O se pierde.