Donald Trump el protagonista de los Oscars desaparecido en combate

Donald Trump el protagonista de los Oscars desaparecido en combate
Foto: OKDIARIO
Iñigo Artola
  • Iñigo Artola
  • Portadista. Redactor de cultura, internacional, política, sociedad y lo que haga falta. Devorador insaciable de series y películas.

«Los premios de la Academia de la noche anterior fueron absolutamente terribles», decía Trump el año pasado en sus redes sociales. «Conjuntos terribles, aburridos, feos, todo. Tengo el anfitrión perfecto para el próximo año: yo. » Hacía tres años que el magnate estadounidense no conseguía invitación para la gran cita de Hollywood. Durante la 89 edición de los Oscars, siendo Trump presidente de los Estados Unidos, no se ha sabido nada de él. Ni un mensaje, ni un comentario, nada. Donald Trump no ha respondido a ninguna de las muchas alusiones que ha recibido durante la gala de los Oscars.

Durante más de 8 horas, la provocativa producción de tuits de la cuenta oficial del magnate se mantuvo congelada. Con millones de personas pendientes de sus tuits es, cuanto menos, extraño. Recuerda a aquella vez que «castigaron» al entonces candidato sin redes sociales a escasos días de las elecciones. Pero, ¿por qué guardar silencio cuando están mencionándote ante el mundo entero?

Trump y los Oscars

Desde 2012, la noche de los Oscars, el ahora presidente de los Estados Unidos se dedicaba a verter todas sus opiniones en redes sociales sobre lo que ocurría en la noche del cine por excelencia. El presidente dedicaba perlas de este tipo a su audiencia en twitter:

«Los Oscars son una triste broma, casi tanto como nuestro Presidente. ¡Tantas cosas están mal!

No se cansaba de proponerse a sí mismo como perfecto candidato a presentador de la entrega de premios. Hubiera sido gracioso verle la madrugada de este domingo 26 de febrero presentando la gala en el teatro Kodak de Los Ángeles. «Solo una solución para los Oscars, Trump de presentador»

Trump anunció su candidatura a la Casa Blanca en 2015, cuatro meses después de proponerse, también en 2015, como mejor opción para presentar la gala organizada por la Academia. Ese año ganaba ‘Bridman’ el Oscar a Mejor Película, dirigida por el mexicano Alejandro Iñarritu.

Trump le dedicaba un racista tuit a México vaticinando la que se convertiría en su política anti inmigración. «Los Oscars fueron una gran noche para México y por qué no, están desgarrando a los Estados Unidos más que casi cualquier otra nación» decía Trump.

Un año después se encontraba en la carrera por la Casa Blanca. Con Hillary Clinton como contrincante, más querida y apoyada que Trump en círculos hollywoodienses. Y ahora, en 2017, Trump acudía a la tradicional cena de gobernadores en la Casa Blanca en calidad de anfitrión como Presidente de los Estados Unidos.

Después de llamar a Meryl Streep «actriz sobrevalorada», tras el discurso que pronunció la actriz contra el presidente durante la entrega de los Globos de Oro, cualquiera hubiera jurado que Trump no iba a quedarse callado esta noche. Pues no es ningún secreto que a Trump, una polémica le gusta más que a un tonto un lápiz, como se dice popularmente. Sin saber todavía las razones de su silencio. La realidad es que el magnate no ha tuiteado nada. ¿Silencio responsable o silencio impuesto?

 

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