Internacional

El Consejo Europeo propone construir un muro en la frontera entre Polonia y Bielorrusia

La opción de construir un muro en la frontera de la Unión Europea con Bielorrusia empieza a ser una posibilidad tan real como que el propio presidente del Consejo Europeo, el belga Charles Michel, ya la ha puesto sobre la mesa. Lo ha hecho como respuesta a la petición de numerosos países del este del continente en la que piden «una barrera física» en sus fronteras para evitar situaciones como la que ahora se está viviendo entre Polonia y Bielorrusia.

Michel ha explicado que «Bielorrusia está usando la angustia de los migrantes de una manera cínica y sorprendente». Por esto, ha propuesto a la Comisión Europea -presidida por Ursula von der Leyen- que «proponga todas las medidas necesarias», incluyendo la posibilidad de «infraestructuras físicas en la frontera», señalando que «hemos abierto el debate sobre la financiación por parte de la UE» de este eventual muro que, ha asegurado, sería sostenible jurídicamente.

Esta es una opción que, eso sí, de momento Von der Leyen no quiere asumir. La Comisión Europea sigue sugiriendo a Polonia que recurra a Frontex para el despliegue de agentes de la entidad europea en la frontera con Bielorrusia. Hasta ahora, el primer ministro polaco, Mateusz Morawiecki, no ha recurrido a esta petición formal, como por ejemplo tampoco hizo España con su similar conflicto con Marruecos.

De momento, desde Varsovia se ha urgido a endurecer sanciones económicas contra el régimen bielorruso de Aleksandr Lukashenko, al tiempo que ha solicitado esta barrera física en una carta remitida a la Comisión Europea a la que también se han sumado Austria, Bulgaria, Chipre, República Checa, Dinamarca, Estonia, Grecia, Hungría, Lituania, Letonia y Eslovaquia.

Miles guiados a la frontera

Actualmente hay varios miles de inmigrantes en la frontera entre Bielorrusia y Polonia, 2.000 de ellos en un campamento que se ha montado frente al pueblo polaco de Kuznica. Estos inmigrantes están siendo utilizados por el régimen de Lukashenko en lo que Von der Leyen ha dado en llamar un «ataque híbrido» a la Unión Europea, con ánimo de desestabilizar política y socialmente al continente. La gran mayoría de estos inmigrantes son iraquíes kurdos.

Bruselas acusa al presidente Aleksandr Lukashenko, el conocido como ‘último dictador de Europa’, en el poder desde 1994 al abrigo de Rusia, de haber orquestado esta situación en venganza por las sanciones internacionales que pesan en su contra. Ya en mayo, después de que Bielorrusia secuestrase un avión europeo para detener a un periodista crítico, Lukashenko advirtió a la Unión Europea de que no frenaría a «los drogados y los inmigrantes» que querían entrar en Europa.

Polonia denuncia que lo que está haciendo Bielorrusia es otorgar visados de tránsito para atraer inmigrantes a su territorio y dirigirlos a la frontera. Una vez allí, los provee de utensilios varios para cortar las alambradas que impiden el paso a la Unión Europea.