El chavista Correa admite que su sucesor no ha llegado al 40% y Ecuador votará una segunda vuelta
Ecuador se encamina a una segunda vuelta presidencial —conocida en el país como balotaje— el próximo 2 de abril entre el oficialista Lenín Moreno y el opositor de derecha Guillermo Lasso, según ha admitido este miércoles el mandatario saliente Rafael Correa, un escenario que complica la continuidad de su proyecto inspirado en el chavismo venezolano.
Aunque el Consejo Nacional Electoral no ha anunciado todavía el resultado definitivo del lento y agónico recuento de las elecciones del domingo, Correa aceptó este miércoles en el Palacio de Carondelet que el ex vicepresidente Moreno se ha quedado a «medio punto» de vencer en primera vuelta. Eso sí, se ha mostrado ufano al vaticinar un resultado electoral: «Todo nos indica que venceremos en la segunda vuelta. De hecho, en todos los escenarios el candidato más fácil de derrotar es Guillermo Lasso», aseguró.
Este escenario hace prever una durísima campaña entre dos modelos antagónicos y abre un frente de incertidumbre para la golpeada izquierda latinoamericana y el asilo de Julian Assange.
Con el escrutinio de un 98,58% de las actas electorales, el socialista Moreno obtiene un 39,33% de los votos válidos frente al 28,18% del ex banquero Lasso. Para evitar el balotaje, Moreno necesitaba un 40% de los sufragios y una diferencia de al menos diez puntos sobre el segundo.
Se espera que en las próximas horas el CNE anuncie también los resultados definitivos de las elecciones a la Asamblea Nacional, de los cuales depende en buena parte la gobernabilidad del país. El oficialismo tiene ahora una mayoría de dos tercios en el Legislativo, lo que le permite, por ejemplo, tramitar reformas constitucionales o enjuiciar a un presidente o vicepresidente.
«Una campaña antioligárquica»
Analistas advierten desde hace semanas que una segunda vuelta electoral complicaría mucho el panorama al correísmo, desgastado por la delicada situación económica producto de la debacle en los precios del crudo y por las crecientes denuncias de corrupción que ensombrecieron la campaña.
Encarnada por partidos de derecha y descontentos con la gestión de Correa, la oposición podría hacer un frente común en el balotaje a pesar de que llegó dividida a estos comicios. «Ni Moreno ni Lasso lo van a tener fácil, pero me parece que Lasso tiene más espacios para crecer y alcanzar el 50%. Ése era el análisis de Alianza País [el partido de Correa] y por eso quería ganar en primera vuelta», explicó a la AFP Santiago Basabe, politólogo de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (FLACSO).
Dos sistemas económicos enfrentados
Moreno representa el continuismo con un sistema que combina un disparado gasto social con altos impuestos y elevado endeudamiento, frente al modelo de Lasso, ex presidente y accionista del Banco de Guayaquil, afín a fomentar la inversión extranjera y bajar los impuestos para estimular el consumo y la producción nacional.
«Los dos van a tener que hacer un ejercicio de apertura política. Moreno va a plantear una campaña antioligárquica, dirigida a cuestionar la agenda neoliberal de Lasso, y Lasso tendrá que proponer una agenda social más amplia», explicó por su parte el politólogo Franklin Ramírez.
Pero todo dependerá del comportamiento de los electores de los otros seis candidatos. La ex asambleísta de derecha Cynthia Viteri, tercera en el conteo con un 16,22%, pidió el voto para Lasso.
«¡Muy claramente el que va a gobernar soy yo!», ha dicho Moreno, mientras que Lasso agradeció «la más grande unidad de oposición contra el correísmo».
«Derecha cavernaria»
La inminencia del anuncio por parte del CNE ha rebajado el tono de las protestas frente a su sede en el norte de Quito, donde centenares de opositores, la mayoría de clases medias y altas, permanecen en una vigilia para exigir transparencia y celeridad en el escrutinio.
«Aunque es verdad que entre los socialcristianos de Viteri hay mucho voto popular, la mayoría vendrá con nosotros», aseguró la AFP Patricio, un trabajador de la construcción, enarbolando una bandera de CREO, la formación de Lasso.
Tras el giro hacia la derecha en Argentina, Brasil y Perú en el último año, el balotaje en Ecuador podría suponer un nuevo revés para la izquierda latinoamericana, que quedaría arrinconada en la Venezuela de Nicolás Maduro y la Bolivia de Evo Morales. Sin olvidar, claro, la eterna dictadura comunista de los Castro en Cuba.
«Hay una nueva derecha, pero cavernaria, totalmente entregada al norte. Lasso va a atentar contra la integración regional, se va a cuadrar con los países hegemónicos, ha dicho que va a firmar tratados de libre comercio», denunció Correa este miércoles en su dura rueda de prensa.
El resultado de esta elección también será decisivo para el fundador de WikiLeaks, Julian Assange, asilado en la embajada de Ecuador en Londres desde 2012 para evitar su extradición a Suecia por supuestos delitos sexuales que él niega.
Moreno es partidario de mantener el asilo, pero Lasso dijo a la AFP que, de llegar al poder, se lo retirará.