¿Cómo se hace?
Colores

Cómo conseguir el color amarillo

Como bien sabemos, al igual que el rojo y el azul, el amarillo es uno de los colores primarios, por lo que no es posible formarlo al reunir dos de los tonos iniciales, como el violeta, el naranja o el verde. Entonces, ¿cómo podemos conseguir el color amarillo?

En principio, hay que decir que, dentro del círculo cromático, el amarillo se sitúa contrapuesto al violeta o morado, por lo que ambos tienen la capacidad de neutralizar al otro si se combinara.

Pasos para conseguir el color amarillo

El color amarillo suele relacionarse con la luz solar, pero es también un color que en un sentido espiritual se relaciona con el conocimiento y energía. Del amarillo se dice que tiene la capacidad de regular la frecuencia de los latidos del corazón y la presión arterial.

Siempre desde un sentido que conecta con los sentidos el amarillo actúan sobre diferentes aspectos de nuestra personalidad y actitudes ya que se dice que generalmente favorece la extroversión y la concentración de modo que puedes pintar con este color una pared de tu dormitorio o alguno de tus muebles con el fin de crear un ambiente propicio a tu concentración. Veamos entonces cómo hacer el color amarillo porque puede que tengas algún problema para ello, dado que es un color primario.

Todos los colores se pueden crear a partir de la mezcla de otros, pero los colores primarios no pueden surgir a partir de otro, y esto es lo que sucede precisamente con el amarillo; que es un color primario y quizás no sepas de qué modo se puede crear.

Muchas personas, sobre todo aquellas que se dedican o son aficionadas a la pintura suelen obtener el amarillo a partir del color blanco, y la adición de algún componente químico metálico como el cadmio, pero debemos llevar cuidado ya que podemos contaminarnos.

Para hacer entonces color amarillo te va a costar un poco aunque tienes la opción de pensar una alternativa que te permita lograr un tono similar al amarillo.

  1. De este modo, te aconsejamos que pruebes a mezclar naranja con unas gotitas de rojo y el blanco. De este modo puedes lograr que salga un tono que se asemejará bastante al amarillo.
  2. Lo que tienes que hacer es poner en una bandeja o superficie, un poco de color naranja, y añades un par de gotas de rojo y mezclas bien. Ahora añade un poco de blanco y verás como el tono antes logrado se va rebajando de modo que acabará surgiendo un color parecido al amarillo.
  3. Por otro lado, puedes probar esta otra mezcla. Colocas un poco de color verde que no sea demasiado fuerte y añades un poco de blanco. Mezcla y obtendrás un verde más suave que de alguna manera se asemejará a un cierto tono de amarillo.

Dicho esto, el amarillo está asociado históricamente a la luz y a la felicidad, es un color que nos llena rápidamente de alegría cuando lo vemos, por su vivacidad plena, que resalta entre otras alternativas.

Y como muchos quieren usar el color amarillo para las decoraciones de su casas, nos hemos propuesto enseñarte cómo conseguirlo a partir de la combinación de los demás tonos disponibles.

Sea cual fuere la sustancia que estás utilizando, primero tienes que partir del tono naranja, la base de la mezcla. Luego, debes agregarle unas pocas gotas de color rojo, revolviendo hasta integrar los colores. Acto seguido, añade un poco de blanco mientras revuelves, y mira constantemente que se vaya acercando al amarillo, que es lo que pasará pronto. Tienes que ser cuidadoso para que no quede demasiado blanquecino.

En un punto específico, notarás que el color es muy similar al amarillo. Puede que no acabe siendo el amarillo más puro que hayas visto en tu vida, pero sí una buena solución para salir de un apuro en situaciones en las que no tienes amarillo en casa, o vas a comprarlo y justo falta ese tono.

Una segunda opción sería partir del blanco añadiendo mínimas gotas de verde claro, hasta que la mezcla entre ambos colores se aproxime a un amarillo más alimonado.