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Terremoto arqueológico: investigadores resuelven un misterio de 4000 años en el mayor templo del Antiguo Egipto

  • Ana López Vera
  • Máster en Periodismo Deportivo. Pasé por medios como Diario AS y ABC de Sevilla. También colaboré con la Real Federación de Fútbol Andaluza.

Durante siglos, uno de los templos más majestuosos del Antiguo Egipto ha ocultado un secreto sobre su propia fundación. Este santuario, levantado en honor a los dioses, ha sido objeto de leyendas y especulaciones.

Ahora, una nueva investigación internacional arroja luz sobre un enigma que se mantuvo intacto durante unos 4.000 años: cómo el paisaje del Nilo moldeó el nacimiento del templo más grande del país.

El descubrimiento, publicado en la revista Nature Geoscience, redefine la comprensión arqueológica del complejo y vincula sus orígenes con los mitos de la creación egipcia.

Los hallazgos, liderados por la Universidad de Uppsala (Suecia), demuestran que la elección del emplazamiento no fue casualidad, sino el resultado directo de la interacción entre los antiguos egipcios y el cambiante curso del río Nilo.

Reescribiendo la historia de Karnak: cómo la geoarqueología resolvió un misterio de miles de años

El equipo científico llevó a cabo la investigación geoarqueológica más exhaustiva jamás realizada en el complejo de Karnak, situado en la actual ciudad de Luxor. Mediante el análisis de 61 núcleos de sedimentos y miles de fragmentos cerámicos, reconstruyeron la evolución del terreno sobre el que se erigió el templo.

Los resultados muestran que, hace más de 4.000 años, el área era muy distinta a la actual. Antes del 2520 a. C., el terreno era inestable y estaba sometido a constantes inundaciones provocadas por el Nilo.

No obstante, un cambio natural en el curso del río creó una «isla» de tierra firme que se convirtió en el punto ideal para levantar el santuario. Las cerámicas más antiguas halladas en el sitio, datadas entre 2305 y 1980 a. C., coinciden con el inicio de las primeras construcciones del templo.

Según el Dr. Angus Graham, de la Universidad de Uppsala, en declaraciones recogidas por SciTechDaily «la migración de los canales fluviales permitió el desarrollo progresivo del complejo y la expansión del asentamiento humano en torno a él».

Uno de los descubrimientos más notables fue la confirmación de un canal oriental, hasta ahora apenas hipotético. Este cauce era probablemente más amplio que el occidental.

El papel del río Nilo en la construcción del templo de Karnak

Los investigadores también identificaron signos de manipulación humana del entorno. Los antiguos egipcios habrían rellenado canales secundarios con arenas del desierto para consolidar el terreno, una muestra de ingeniería hidráulica avanzada para la época.

Esta intervención permitió la expansión del templo y simbolizó el dominio del ser humano sobre las aguas sagradas del Nilo.

Pero la ciencia no fue el único motor detrás de la elección del lugar. El Dr. Ben Pennington, de la Universidad de Southampton, señala que la ubicación del templo podría reflejar una visión cósmica.

El montículo donde se erigió el complejo representaría la tierra primordial que emergió de las «Aguas del caos» según los mitos egipcios. Así, el entorno natural se transformó en una metáfora física del acto de creación divina.

El estudio ofrece una nueva perspectiva sobre la relación entre los egipcios y su entorno, mostrando cómo las creencias religiosas y las condiciones geográficas se entrelazaron en el nacimiento de uno de los monumentos más emblemáticos del mundo antiguo.