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Historia de España

Los secretos de la corte de Carlos V: intrigas y conspiraciones en la España del Renacimiento

La corte de Carlos V era un lugar lleno de secretos, intrigas y conspiraciones que mantenían en vilo a toda la sociedad de la época.

El reinado de Carlos V

La figura de Carlos V

El desembarco de Carlos V en España

  • Francisco María
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Carlos I, apodado “el César”, era hijo de Juana la Loca y Felipe el Hermoso. Por vía paterna, descendía de los Habsburgo. Esto le permitió heredar el patrimonio borgoñón y el Archiducado de Austria, con derechos al trono imperial. Por vía materna, sus abuelos eran los Reyes Católicos, Isabel I de Castilla y Fernando II de Aragón. Así, Carlos I unificó territorios que abarcaban desde Castilla y Navarra hasta Nápoles, Sicilia y Cerdeña. Aquí descubriremos algunos de los secretos mejor guardados de aquellos tiempos.

Un nacimiento bizarro, ¿qué ocurrió ese día?

Se cuenta que en la noche del 24 de febrero de 1500 se celebraba una fiesta en el Palacio Prinsenhof de Gante. La Archiduquesa Doña Juana estaba embarazada. También se sentía celosa y no quería dejar solo a su atractivo marido, el Archiduque Felipe de Austria.

Sin embargo, en la madrugada, Juana sintió dolores en el vientre y pensó que se había indigestado. Por eso, acudió a una letrina de palacio sin sospechar que estaba a punto de dar a luz.

Cuando Juana finalmente comprendió la verdadera naturaleza de sus dolores, ya era demasiado tarde para avisar a alguien. En soledad y en un retrete, dio a luz a su segundo hijo, Carlos, quien años después se convertiría en uno de los Monarcas más poderosos de la historia.

Una extraña personalidad

Carlos V, debido a su historial de enfermedades durante la infancia y juventud, rehusaba beber vino frío. Utilizaba pepitas de oro que, al frotarlas, se calentaban y atemperaban el líquido una vez sumergidas en la copa.

El emperador era profundamente religioso. Rezaba en privado sus propios libros de horas, y algunas páginas del facsímil, cuyo original se encuentra en la Biblioteca Nacional.

Así mismo, Carlos V ideó un sistema de símbolos codificados para mantener correspondencia diplomática y con su propia familia. Su objetivo era evitar que los espías pudieran descifrar el contenido de los mensajes de una de las coronas más poderosas en la historia europea.

El hijo “desconocido”

La historia de Don Juan de Austria, héroe de la batalla de Lepanto y figura destacada en la historia española, es fascinante. Nació como un niño huérfano y fue criado en las calles de Leganés. Un tiempo después pasó a ser reconocido como hijo del Emperador Carlos V.

Carlos V tuvo cinco hijos fuera del matrimonio, pero al principio mostró poco interés por Don Juan. Después quiso reparar su indiferencia y le ofreció una generosa suma de 30.000 ducados en rentas.

Con el tiempo, Don Juan se convirtió en un reflejo de su padre, Carlos V: un hábil jinete, espadachín y amante de la guerra. Tuvo una actuación muy destacada en la Rebelión de las Alpujarras y su destacado papel en la batalla de Lepanto, donde lideró la coalición cristiana contra la flota otomana.

Funerales preparados

El emperador decidió abdicar a los 56 años, debido a la gota y los intensos dolores articulares. Su hijo Felipe II heredó el trono, mientras Carlos se retiró al Monasterio de Yuste, en Cáceres. Allí se enfrentó a un mes de agonía y fiebres antes de fallecer el 21 de septiembre de 1558. Su sufrimiento fue inmenso, y es posible que anhelara la muerte.

El emperador tenía una obsesión con la muerte y el inexorable paso del tiempo. De hecho, el mismo año en que falleció, ordenó que se ensayara su propio funeral. Se metía dentro del ataúd y escuchaba las oraciones por su alma desde el interior. Este hecho insólito era una actividad que se repetía con asiduidad en el Monasterio de Yuste.

Pese a esto, no todos sus deseos póstumos se cumplieron. La voluntad del emperador era descansar eternamente bajo el altar mayor de la iglesia de Yuste.

Sin embargo, nunca fue enterrado en la cripta que conserva un ataúd de madera que supuestamente acogió sus restos antes de que su hijo desobedeciera sus deseos. Actualmente, el emperador descansa en el Panteón de los Reyes de El Escorial.

Diferentes intrigas

Las intrigas palaciegas eran moneda corriente en la corte de Carlos V. La lucha por el poder, las rivalidades entre nobles y la ambición desmedida de algunos cortesanos eran el pan de cada día. Las alianzas se formaban y se rompían con facilidad, y nadie podía confiar plenamente en nadie. Las damas de la corte también tenían un papel importante en estas intrigas, tejiendo redes de influencia y manipulación que podían cambiar el destino de un reino.

Uno de los secretos más oscuros de esta etapa histórica fue la conspiración de los comuneros. En 1520, un grupo de nobles, clérigos y ciudadanos se levantó en armas contra el emperador, exigiendo una mayor participación en el gobierno y el fin de los abusos cometidos por sus consejeros. La revuelta fue sofocada con dureza, pero dejó una semilla de descontento que perduraría durante años en la sociedad española.

Otro de los episodios más turbios de la corte de Carlos V fue la caída en desgracia del poderoso duque de Alba. Considerado uno de los hombres más influyentes del reino, el duque cayó en desgracia después de que se descubriera una conspiración para derrocar al emperador. Fue desterrado y sus propiedades confiscadas, convirtiéndose en un ejemplo de lo efímero que podía ser el poder en aquella corte.

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