La historia de la prensa en España: de la censura a la libertad de expresión
La historia de la prensa en España es un reflejo de la evolución de la sociedad y de los cambios políticos y culturales experimentados.
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La historia de la prensa en España, como en muchos otros países europeos, comienza con el noticiero manuscrito y la invención de la imprenta, con la creación de las primeras gacetas. Más tarde evolucionaron a diarios y periódicos que, con el tiempo, desempeñarían un papel importante en la divulgación de ideas, acontecimientos noticiosos y decretos reales de la época.
Entre la corona y la iglesia
En sus inicios, la prensa en España estuvo estrechamente controlada por la corona y la iglesia, que ejercían una estricta censura sobre los contenidos que se publicaban. Durante la Edad Media, los reyes y los nobles utilizaban la prensa para difundir sus proclamas y comunicados oficiales, mientras que la iglesia se encargaba de supervisar que no se difundieran ideas contrarias a la doctrina católica. Este control se mantuvo durante siglos, limitando la libertad de expresión de los periodistas y restringiendo la diversidad de opiniones que podían llegar a la población.
En pleno Renacimiento comenzaron a circular varios documentos escritos. Uno de los más populares e importante fueron los “avvisi” que nacieron en los focos comerciales italianos y se propagaron por el resto de Europa con diversos nombres.
Estos folios circulaban una vez a la semana y solían divulgar noticias relacionas con el tráfico de mercancías, precios y sucesos curiosos. Más tarde adquirieron el nombre de gaceta y se vendían tanto en las plazas, como a través del correo. Los “avvisi” o “gacetas” son, sin duda, el mejor ejemplo de “noticiero manuscrito”. Muchos de ellos hablaban sobre la Reconquista, el descubrimiento de América, actos religiosos, etc.
La demanda de las gacetas era tal, que los copistas no fueron capaces de satisfacerla. Fue entonces cuando Johann Gutenberg ideó un sistema de impresión rápido: una imprenta de tipos móviles tan eficaz que no se modificó sino hasta el siglo XVIII. Con la llegada de la imprenta, la difusión de noticias tuvo un mayor alcance, transformando radicalmente la velocidad y el impacto de la información.
Las primeras gacetas impresas: La Gazeta de Madrid
Las primeras gacetas que nacieron con la invención de la imprenta relataban todos los eventos con gran detalle y precisión, lo que dio inicio a una nueva era de información y conocimiento compartido. Un buen ejemplo de ello fue la Gazeta de Madrid (1697), el primer periódico semanal español.
Este contaba con dos secciones: una internacional y otra con información nacional que abarcaba noticias de la Corte, el Rey, los nombramientos, etc. por lo que se convirtió en el referente informativo oficial del Estado. Con el tiempo, varias ciudades españolas como, Sevilla, Zaragoza, Valencia editarían sus propias gacetas imitando la gaceta madrileña.
A finales del siglo XVIII, los periódicos comienzan a difundir las ideas ilustradas que habían aparecido en Francia. «El Pensador» y «El Censor» fueron los periódicos que más se destacaron por su crítica a la Corona española y a la Iglesia. A diferencia de otros periódicos, estos no sólo se dedicaban a informar, sino también a cuestionar y moldear la opinión pública. No obstante, fueron censurados y prohibidos, con excepción de la Gazeta de Madrid y el Diario de Madrid.
El mayor esplendor de la prensa española
Durante la guerra de la Independencia, la prensa española vivió uno de sus periodos de mayor esplendor. Con la promulgación la primera legislación que garantizaba la libertad de prensa en las Cortes de Cádiz, surgió la prensa política y aparecieron periódicos liberales como el «El Espectador», «El Liberal», “El Universal” o “El Imparcial”.
Estos periódicos buscaban la difusión de unas ideas políticas determinadas, pero con el retorno de Fernando VII, nuevamente fueron sometidos a una estricta censura, hasta el punto de prohibir su circulación.
La evolución de la prensa en el siglo XIX
A lo largo del siglo XIX, la prensa española evoluciona paulatinamente a la llamada prensa empresa o industrial debido a la profesionalización en el sector y la especialización en las noticias y contenidos. Algunos de los periódicos que comenzaron a adoptar estas características fueron Las Novedades (1850), La Correspondencia, Las Provincias (1866), La Voz de Galicia (1872) y La Vanguardia (1881).
Diversos acontecimientos trascendentales, como la derrota de España en la guerra de 1898 y el «Desastre del 98», generaron a cuestionamientos que se reflejaron en la prensa, al adoptar un enfoque más crítico y analítico. Este periodo también dio lugar a cambios en el formato y la presentación de los periódicos, al incorporar elementos visuales como ilustraciones y fotografías, lo que hizo que los diarios y semanarios fuesen más atractivos para el público.
Estas modificaciones permitieron una mayor circulación y alcance y ayudaron a modelar la opinión pública durante las convulsiones sociales y políticas que se produjeron en aquella época.
La llegada de la democracia
La situación de la prensa en España empezó a cambiar con la llegada de la democracia en 1978, que garantizó la libertad de expresión y el pluralismo informativo en la constitución. Desde entonces, la prensa ha experimentado una notable transformación, con la proliferación de medios de comunicación independientes y la diversificación de formatos y soportes. Actualmente, España cuenta con una prensa plural y diversa, que refleja la multiplicidad de opiniones y enfoques que existen en la sociedad.
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