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Televisión

Una soltera de ‘First Dates’ rechaza a su cita por un curioso motivo: «No soy de tanto fluir»

Rubén y Marina se convirtieron en dos de los protagonistas de la noche

  • Idania Monzón
  • Graduada en Periodismo y Comunicación Audiovisual. Escribo sobre la actualidad televisiva y musical. Además, me gusta investigar y hablar sobre todo lo relacionado con las ficciones del momento, tanto de la pequeña como gran pantalla.

Arranca el mes de septiembre y en Cuatro lo hacen con la mejor programación. Por ello, y tras conquistar a la audiencia también durante el verano, First Dates ha regresado a la parrilla televisiva, recientemente, de la mano de un nuevo programa. Un encuentro donde los espectadores han tenido la oportunidad de conocer a participantes como Marina, una madrileña de 24 años, que acudió al formato con el objetivo de encontrar a su media naranja. De esta manera, la soltera comentó que nunca había tenido problemas para expresar sus emociones o sentimientos, pero que lo hacía mejor a través del dibujo. Asimismo, y en cuanto al amor se refiere, la joven confesó que había tenido varias citas de un año, pero que todas habían estado marcadas por «cosas buenas y malas».

Su objetivo es encontrar a un chico romántico, pero «nada cursi». Además, académicamente, tiene claro que, tras finalizar sus estudios de Bellas Artes, quiere hacer un máster de educación para después opositar. Fue entonces cuando, minutos después, el equipo del programa le presentó a Rubén. El madrileño, de 23 años, se presentó como una persona «alocada» e «indecisa». «Hasta para elegir unas patatas en el chino me cuesta», comentaba. El primer encuentro entre la pareja de solteros fue bastante acertado, de hecho, Marina no dudó en manifestar lo mucho que le había gustado. «Es un chico muy alto y muy guapo. Me ha gustado su rollo», confesó la soltera en uno de los totales.

Marina y Rubén en First Dates. (Mediaset)

De esta manera, la pareja de solteros se trasladó hasta la mesa del restaurante con el objetivo de conocerse mejor. Así pues, mientras la comensal le contaba a su cita que se encontraba estudiando el último año de Bellas Artes, Rubén le contó que era una persona que había tocado diferentes campos profesionales, pero nunca se había enfocado en una única cosa. Eso sí, tiene muy claro algunos de sus planes de cara al futuro.

«Quiero ser tatuador y tener una casa con animales en el campo», dijo. Sin embargo, el estilo de vida del soltero no estaba siendo del agrado de Marina. «Prefiero a alguien más centrado, con más claridad en lo que quiere hacer», confesó la joven. Por su parte, la participante le contó que le gustaría que, en un futuro, el público pueda llegar a sentir emociones con sus obras.

«Fiel a ti misma, disfrutando del momento, pero centrada en tu trabajo», dijo él. Ante ello, Rubén se sinceraba y señalaba que su estilo de vida era completamente diferente al de él. «Se me va el centrarme, me dejó llevar mucho por el ‘disfrutar que la vida es una’ o ‘aprovecha cada momento’ y eso a veces me lleva a estar descentrado. Lo estoy intentando corregir», afirma.

Rubén y Marina, participantes de ‘First Dates’. (Mediaset)

«Es que eso de fluir…», opinaba la soltera. Unas palabras con las que dejaba claro que su forma de ver la vida no era de su agrado. Así pues, al concluir la velada, en la decisión final de First Dates, Rubén sí quiso seguir conociendo a Marina en una segunda cita. Sin embargo, la joven se negó debido a que ella «no era tanto de fluir».