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Televisión

María Patiño y su pasado como concursante en ‘Amor a primera vista’

  • Idania Monzón
  • Graduada en Periodismo y Comunicación Audiovisual. Escribo sobre la actualidad televisiva y musical. Además, me gusta investigar y hablar sobre todo lo relacionado con las ficciones del momento, tanto de la pequeña como gran pantalla.

María Patiño se ha convertido en una de las colaboradora estrellas de Mediaset, de eso no cabe duda. A lo largo de su trayectoria profesional, la comunicadora ha logrado hacerse un hueco insustituible en la prensa del corazón por su vehemencia, sensibilidad y personalidad a la hora de comunicar.

Presentadora, periodista y colaboradora, Patiño siempre tuvo claro que quería dedicarse al mundo del entretenimiento. De hecho, en su momento llegó a confesar que su sueño de niña era ser actriz, un oficio donde no encontró su gran pasión, pero donde ha realizado sus pinitos como artista.

A su lista como actriz se ha sumado con el paso de los años proyectos audiovisuales donde ha realizado pequeños cameos como ‘Aquí no hay quien viva’ (2004), ‘Homo Zapping’ (2005), ‘Torrente 4: Lethal Crisis’ (2011) y ‘La cara del diablo’ (2015).

Como periodista, María Patiño, tras obtener su título en el centro CEADE, empezó a trabajar en Europa Press en la delegación de Sevilla. En poco tiempo aprendió a ser reportera en los tres medios posibles, prensa, radio y televisión. Pero, lo que muy pocos saben es que su gran debut en la pequeña pantalla no estuvo relacionado con ninguno de estos ámbitos profesionales.

Si nos trasladamos hasta la hemeroteca de la parrilla televisiva española podemos encontrarnos a la periodista en un programa de citas. Y es que, esta emisión tuvo lugar en el año 1993 para ‘Amor a primera vista’, un programa de Canal Sur donde los participantes acudían para buscar a alguien que los ilusionara sentimentalmente.

Eso sí, por lo que se ve a nuestra querida periodista no le fue nada mal y su forma de ser se ganó la atención de todos los presentes y de su posible enamorado. Una primera toma de contacto con el mundo de la televisión que, curiosamente, años después terminaría formando parte de su vida.