Bad Bunny es demandado por su ex novia por utilizar su voz en dos de sus canciones

Bad Bunny atraviesa uno de los momentos más dulces de su carrera. Posicionado como uno de los 10 artistas mejor pagados del mundo, cabeza de cartel de festivales como Coachella, ganador de un Grammy americano y convertido en el artista más escuchado del mundo, el éxito le acompaña.

Tras el lanzamiento su último álbum de estudio, Un verano sin ti, Bad Bunny se convirtió en el artista con más reproducciones a nivel global con 183 millones de reproducciones. Un año lleno de récords profesionales, en el que también se embarcó en su gira más grande hasta la fecha.

No obstante, el artista puertorriqueño ha vuelto a ser noticia y por primera vez no se trata de ningún nuevo récord o premio a su carrera, sino que en esta ocasión se trata de una polémica con varias canciones por las que se enfrenta a una demanda millonaria.

Esta semana ha salido a la luz que Bad Bunny afronta una demanda millonaria de su ex pareja, Carliz de la Cruz por derechos morales de autor, derechos de imagen, daños y perjuicios, por haber utilizado en sus canciones a la joven «sin su consentimiento, ni autorización por escrito».

Según detalla la demanda, con la intención de que la mítica frase «Bad Bunny baby» fuese más original, ambos tuvieron la idea de que también se grabara con la voz de Carliz, con quien inició una relación en el año 2011, antes de hacerse famoso.

Bad Bunny incluyó la voz de su pareja de por aquel en Pa’ ti, canción publicada en el año 2017, la primera publicada bajo el sello discográfico de Rimas Entertainment, con el que firmó en abril de 2016 y que también ha sido demandado por Carliz. El artista utilizó de nuevo la voz de su ex pareja en Dos mil 16, canción de su último álbum, Un verano sin ti.

Un día antes del lanzamiento del disco, los representantes del artista intentaron llegar a un acuerdo con la joven, pero no llegaron a nada. «Sin embargo, se publicó y se vendió el disco que contenía la voz de la demandante sin importar si daba su consentimiento para el uso de su voz o no, es decir, su identidad», detalla la demanda.