Todos los secretos de la tanda de penaltis que convirtió a Unai Simón en santo

Otra vez cuartos de final de una Eurocopa. Otra vez España. Otra vez una tanda de penaltis para decidirlo todo. El combinado nacional se ha jugado el pase a semifinales en esta lotería en tres de las últimas cuatro ocasiones que han llegado a la antepenúltima ronda. En Inglaterra 1996 la moneda cayó cruz ante los anfitriones. En Austria 2008 fue cara frente a Italia, el día en el que la Selección derribó un muro que parecía imposible de tirar. Y la última vez hace unas horas en San Peterburgo.

Tras un partido espeso, donde España se adelantó gracias a un gol de Jordi Alba que tocó en un rival, Suiza logró el empate y forzó una prórroga donde los de Luis Enrique fueron tremendamente superiores. Pero la pelota no quiso entrar y todo se tuvo que decidir desde la pena máxima. Y, ¿cómo se gestó todo?

España, a petición de los jugadores, ha ensayado en varias ocasiones los lanzamientos de penaltis en los entrenamientos. Nada comparable con la tensión del momento, pero algo es algo. Luis Enrique comenzó a pensar en esta posibilidad cuando dio entrada a Thiago por Pau Torres y a Rodrigo por Pedri. Dos especialistas más que estaban sobre el verde. Cuando la prórroga llegó al final, el asturiano reunió a sus jugadores en un grupo y les dejó decidir. No fue él el que designó a los lanzadores, sino que fueron los propios futbolistas los que tomaron la palabra.

Siete fueron los jugadores de España que levantaron la mano para tirarlo. Busquets, Rodri, Dani Olmo, Gerard Moreno y Oyarzabal los cinco elegidos. Thiago esperaba turno por si la tanda se alargaba más de lo deseado. Por otro lado, con los lanzadores elegidos, a Luis Enrique le tocaba hablar con Unai Simón. Hombre clave en el triunfo de España. El seleccionador le transmitió confianza y tranquilidad, seguro de que el meta del Athletic es un especialista a la hora de parar penaltis. Todo esto sin olvidarse de Joaquín Valdés, psicólogo de la Selección y hombre muy importante para el asturiano. La positividad que les transmite y la tranquilidad que les aporta fue clave.

Unai Simón también aprovechó para recordar por donde tiraban los penaltis los suizos. En la mañana del partido vio un vídeo montado por el preparador de porteros de los posibles lanzadores, algo que le ayudó mucho. El propio guardameta reconoció que los tenía estudiados y el resultado no pudo ser mejor. Paró dos de los cinco disparos, convirtiéndose en el mejor jugador del partido.

Con todo servido sólo tocaba esperar. Busquets falló el primero y a Unai le engañaba Gavranović. Dani Olmo hizo el segundo y el del Athletic paró el lanzamiento de Schär. Rodri falló el tercero y el arquero de España volvió a hacer un milagro para sostener a España. Gerard Moreno y Oyarzabal ya no errarían, mientras que Vargas lo mandó alto. El resultado fue que España terminó clasificada para las semifinales de la Eurocopa.