Los testaferros de Aldama llamados por el juez controlan 55 empresas y ocultaron dinero en el extranjero

El juez que investiga el caso Koldo ha llamado a declarar a los socios de Víctor de Aldama en calidad de investigados. Se tratan de Ignacio Díaz, César Moreno, Javier Serrano y Alberto Escolano. Entre todos ellos, controlan 55 empresas y en algunas de estas compañías comparten organigrama, como es el caso del Zamora CF, el equipo de fútbol que presidía Víctor de Aldama. También el domicilio social de varias de estas compañías se fija en la oficina que tenía el comisionista en el barrio de Salamanca. Fuentes de su entorno aseguran que los cuatro amigos hicieron negocios en países del Caribe y ocultaron dinero en el extranjero. Son las personas de máxima confianza de Aldama.

Los 4 mosqueteros: éste era el nombre del grupo de WhatsApp que Aldama y sus socios compartían. Más allá de la amistad, lo que verdaderamente les unía es un complejo entramado empresarial con negocios de todo tipo. Desde hostelería hasta construcción, pasando por negocios del sector sanitario que ahora se investigan en la Audiencia Nacional. Las presuntas mordidas millonarias en contratos de abastecimiento de material sanitario durante la pandemia de coronavirus han propiciado que el Juzgado Central de Instrucción número 2 les haya investigado, lo que antes se conocía como imputado. Los socios trataban personalmente con Aldama o con su secretaria, María Piedad Losada, que también ha sido citada por el juez el próximo día 26 de noviembre en calidad de investigada tras detectar el fiscal que ocultó fondos del comisionista en Portugal.

Los últimos informes de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil aportados al sumario de la investigación judicial revelan que el negocio no sólo se extendía a las mascarillas. Aldama y sus socios también pusieron en marcha controles PCR gracias al laboratorio Eurofins Megalab, con cuyos dirigentes guardaban una estrecha relación. De hecho, los laboratorios están a tan sólo una calle de la oficina de Aldama. En concreto, Ignacio Díaz era el que se ocupaba de estas pruebas diagnósticas. Fuentes de su entorno aseguran que a raíz de las pesquisas en la Audiencia Nacional ya no tiene relación con Víctor de Aldama.

Los otros socios sí continúan ligados al empresario en prisión provisional por un presunto fraude de IVA que también se investiga en la Audiencia Nacional. Uno de ellos es Alberto Escolano, cuyas empresas se dedican al sector de la construcción y, según fuentes consultadas, está levantando promociones inmobiliarias en Ibiza y en los municipios madrileños de Las Rozas y Moralzarzal. Por su parte, César Moreno tienen empresas vinculadas al sector del automóvil, una pasión que compartía con Víctor de Aldama y Javier Serrano con los que compartió un equipo de carreras llegando a competir en la Copa Racer.  

Aldama, en el Caribe

Los 4 mosqueteros hicieron importantes negocios con Aldama también fuera de las fronteras españolas. La persona de contacto era el propio comisionista que, gracias a sus influencias en distintos gobiernos latinoamericanos, logró fraguar muchos de estos acuerdos. Fuentes del entorno de Aldama aseguran que saltaba el charco cada mes. Tenía excelentes relaciones con el Ejecutivo venezolano. En concreto, con la vicepresidenta de Nicolás Maduro, Delcy Rodríguez, a quien visitó en varias ocasiones. De hecho, fue él quien organizó su visita frustrada a España.

México era otro de los países en los que Aldama tenía intereses comerciales. Intentó hacerse con la concesión del ferrocarril o montar una línea aérea que conectara Madrid con la ciudad mexicana de Oaxaca, de la que era cónsul honorario. Llegó a llevarse al ex ministro José Luis Ábalos allí para que se reuniera con senadores de su confianza para hablar sobre estos negocios. También intentó comercializar una vacuna con sus 4 mosqueteros, que también viajaron con dinero a República Dominicana.

Anticorrupción les señala

La Fiscalía Especial contra la Corrupción y la Criminalidad Organizada, que dirige las pesquisas en coordinación con la Audiencia Nacional, señala a los socios de Aldama como testaferros. El fiscal considera que Ignacio Díaz, Javier Serrano, Alberto Escolano y César Moreno «habrían participado en el entramado utilizado por Víctor de Aldama para ocultar sus bienes a través de la titularidad de empresas en territorio nacional y en el extranjero».

Apunta además que a los cinco se les podría imputar el delito de integración en organización criminal «por su participación en los pagos realizados a otros investigados que desempeñaban funciones públicas, bien de forma directa o por medio de terceros, también se les ha de imputar un delito de cohecho». También se les investiga por un presunto delito de blanqueo de capitales a través de decenas de empresas que movieron ingentes cantidades de dinero.