España
"Memoria democrática"

Sólo 15 familias de los 30.000 enterrados en el Valle piden la exhumación con la ley de Sánchez y Bildu

  • Luz Sela
  • Periodista política. En OKDIARIO desde 2016. Cubriendo la información del Congreso de los Diputados. Licenciada en Periodismo por la Universidad de Santiago de Compostela. Antes, en COPE, ABC Punto Radio y Libertad Digital.

Pedro Sánchez vuelve a recurrir a la autodenominada «memoria democrática» en pleno periodo electoral. El Gobierno ha iniciado este lunes los trabajos de exhumación de 128 víctimas enterradas en el Valle de los Caídos. Pero el afán propagandístico del presidente socialista choca con el escaso interés que esta cuestión suscita entre los propios familiares. Según ha admitido el Ejecutivo a una petición de información de OKDIARIO, desde que esta ley -aprobada gracias a Bildu-entró en vigor en octubre del año pasado, apenas se han recibido «15 solicitudes de exhumación» por parte de los allegados de las víctimas enterradas en este emblemático recinto. De ellas, «se han estimado 13 y dos se encuentran en tramitación». Una cifra mínima si se tiene en cuenta que en el Valle de los Caídos (ahora renombrado como Cuelgamuros) reposan los restos de más de 30.000 personas, según el dato que siempre se ha dado por bueno.

Varios informes del Gobierno reconocen que las dificultades técnicas son muy grandes y entrar en las criptas no garantiza que se localicen los cuerpos que se buscan. Según admitió en su día Presidencia, el proceso es el «más complejo de los que se han acometido en nuestro país y será largo en el tiempo debido al estado de las criptas.

De hecho, el Ejecutivo dispone de varios trabajos en los que se advierte de las grandes dificultades para identificar los restos mortales de los osarios. Un estudio de 2011 concluye que «al no existir un registro de entrada que asegure el contenido de los columbarios, la posibilidad de conocer el número de restos óseos que lo componen es muy limitado».

«La identificación individual de los restos óseos depositados en las criptas y/o capillas queda casi imposibilitada, dado el estado de los columbarios observados y el esparcimiento de los restos por las criptas y/o capillas», se recoge en el documento.

En el documento se explica el avanzado estado de deterioro en las criptas, con huesos mezclados, «además de una muy probable separación de restos óseos de un mismo individuo en diferentes lugares», lo que dificulta extraordinariamente el proceso de exhumación e identificación.

Derogación

Pedro Sánchez ha convertido la «memoria democrática» en uno de sus principales mensajes electoralistas. Tras la exhumación de Francisco Franco y, más recientemente, de José Antonio Primo de Rivera, fundador de la Falange, quedan aún importantes medidas pendientes contenidas en la ley, como la expulsión de los monjes benedictinos del Valle de los Caídos, la prohibición de las asociaciones que hagan apología del franquismo o la creación de la comisión que Sánchez prometió a Bildu para investigar las «violaciones de derechos humanos» ya en periodo democrático.

El líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, ya ha avanzado que la derogación de esta ley está en sus planes inmediatos para cuando llegue a La Moncloa. «Voy a derogar la mentira, el engaño, la soberbia, el sectarismo y, por tanto, el sanchismo», ha afirmado el dirigente popular.

El plan de exhumaciones en el Valle de los Caídos emprendido por Sánchez choca con una sentencia, de 2016, para sacar de este recinto a los hermanos Lapeña, a la que ahora se han sumado otras familias.

Desde la Asociación para la Defensa del Valle de los Caídos destacan, sin embargo, que ese fallo judicial no autorizaba las exhumaciones masivas que ahora se pretenden llevar a cabo.

De hecho, la sentencia destaca expresamente que «el derecho reconocido» a la exhumación «no es ilimitado» y advierte que «la situación en la que parece encontrarse el cementerio del Valle de los Caídos determina que las medidas que deben ser adoptadas sean proporcionales».

Además, se añade, «en todo momento debe garantizarse la integridad de los restos cadavéricos, tanto en las pruebas, traslados, etc., el respeto a la memoria de los difuntos del propio cementerio y el respeto a la consideración debida a la Basílica donde se encuentran depositados».