El colapso energético que viene

Sánchez recibió el 29-S la alerta roja sobre el gas: «Está garantizado si no se limita la importación»

Pedro Sánchez gas
Carlos Cuesta

Pedro Sánchez tiene la alerta oficial sobre el riesgo de corte de suministro de gas natural encima de su mesa. Está fechada el pasado 29 de septiembre y fue remitida al Gobierno en el último informe de Enagás en el que se detalla el panorama energético del próximo invierno. La advertencia es rotunda: hay garantía de suministro “siempre que no haya limitaciones en la importación del aprovisionamiento”. Y uno de los dos grandes gasoductos que traen el combustible a España desde Argelia ha sido sentenciado al cierre desde hoy lunes por decisión del Gobierno del presidente Tebboune.

La frase fue plasmada en su Winter Outlook 2021-2022 por Enagás. En España, Enagás es el principal transportista de gas natural y el Gestor Técnico del Sistema Gasista. Es decir, es la empresa que controla el suministro de gas.

Y su conclusión remitida a todos los organismos el pasado 29 de septiembre fue rotunda: “Con la capacidad de entrada y el nivel de mallado que presenta el sistema de transporte español, queda garantizada la cobertura del 100% del mercado gasista en cualquier situación de demanda”, pero con una condición: “Siempre que no haya limitaciones en la importación del aprovisionamiento”. Y ahora las hay. Los barcos para traer gas natural están bajo una fuerte demanda y quienes están consiguiendo llevárselos de forma mayoritaria son los mercados asiáticos. Y uno de los principales tubos que riegan de gas España ha caído en medio de la pelea entre Argelia y Marruecos y no está operativo desde hoy.

Sánchez conoce esos datos a la perfección. Pero, pese a ello, lanza a la población el mensaje de que el suministro está garantizado en cualquier caso, algo que es radicalmente falso.

El precio del gas natural, de hecho, se ha disparado. Argelia, nuestro principal suministrador, se enfrenta a Rabat en plena cercanía de la temporada de frío y decide cortar el suministro por uno de los tubos que llegan a España y pasan por Marruecos. Y, para colmo, y como muestran los datos oficiales de almacenamiento de gas en España que ya ha publicado OKDIARIO, las reservas nacionales se encuentran por debajo de la media europea y 20 puntos por debajo de las que tenía España hace un año.

El invierno empieza a generar nerviosismo en determinados sectores. Por mucho que diga lo contrario el Gobierno, España no afronta la nueva temporada de frío igual que otros años. Y, encima, la pugna Argelia-Marruecos amenaza con hacer más difícil el acceso al suministro de gas continuo en el mercado mayorista.

Los datos de las reservas subterráneas de gas natural de España están 20 puntos por debajo de los niveles alcanzados hace un año y, lo que es más significativo aún, por debajo de la media de la UE y de países como Francia, pese a que el mercado galo cuenta con energía nuclear propia con capacidad incluso para exportar electricidad.

La media de la UE se encuentra en estos momentos al 78,09% de su capacidad total. Las de España, en el 75,72%. Y las de países mucho más autosuficientes como Francia, llegan al 94,66%. Bélgica las tiene en el 89,80%. Alemania en el 75,01%, pero su acceso al gas viene del mercado ruso. Italia en el 86,95%. Y Reino Unido, por poner un ejemplo de cautela en la política energética, en el 100%. Y así afronta España un panorama incierto desde el punto de vista geoestratégico en cuanto al mapa energético, justo antes de la llegada del frío.

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