Sánchez quiere priorizar las ayudas al «empleo verde» mientras subvenciona el uso del gas natural

España depende del gas natural, principalmente, por la decisión de haber proscrito la energía nuclear por parte de la izquierda. La hiperdependencia de este combustible ha llevado al propio Gobierno de Pedro Sánchez a tener que pelear en la UE un sistema de subvenciones que amortigüe el elevado precio del gas. Y tras vender como un éxito una ayuda insuficiente al uso del gas natural, su partido elabora un plan para condicionar las ayudas a la creación de empleo, al desarrollo de puestos de trabajo “verdes”, algo que implica una transformación por parte de las empresas para salir, precisamente, del uso de un gas que ha sido impulsado oficialmente.

El Grupo Parlamentario Socialista ha depositado ya en el Congreso su Proposición no de Ley de creación de empleo verde y apoyo a las empresas para reducir su huella carbono. Porque lo prioritario para el PSOE es “el cambio climático” y porque “es necesario un esfuerzo continuado y un enfoque global” frente a él.

De este modo, y mientras toda España pelea contra los precios del gas natural, el partido en el Gobierno solicita “la implicación de los diversos actores sociales, administraciones, empresas, organizaciones de la sociedad civil y ciudadanía” para avanzar en “la búsqueda de soluciones”. Y la solución ya buscada por el partido de Pedro Sánchez no es otra que “instar al Gobierno a continuar gestionando ayudas, destinadas a las empresas, con la finalidad de impulsar la reducción de su huella de carbono y avanzar en la mitigación y adaptación al cambio climático”, de forma que esas ayudas se “orienten, entre otros objetivos, a apoyar a las pymes y a las personas trabajadoras por cuenta propia en su lucha por reducir su huella de carbono, así como a fomentar la formación y la contratación estable de jóvenes profesionales que se dediquen a la elaboración e implantación de los planes de sostenibilidad y reducción de la huella ecológica de las empresas”. El resto de empleo sale de la prioridad absoluta.

El PSOE argumenta esta postura porque, según ellos, “el año 2020 nos introducía en la década de la acción para conseguir en 1o años los 17 objetivos de desarrollo dostenible (ODS) que Naciones Unidas incluye en la Agenda 2030”. Y porque, para poder “cumplir las metas que marcan los objetivos globales, necesitamos hacer frente al cambio climático y abordar así el Objetivo 13 de Acción por el clima”. Según el PSOE, “no es necesario elegir entre una economía próspera y una economía respetuosa con el clima porque ya está demostrado que tomar medidas contra el cambio climático es la mejor manera de construir comunidades, empresas y mercados más saludables y robustos”.

Los hombres de Pedro Sánchez creen que “cumplir el objetivo global del Acuerdo de París es posible, pero requiere que se adopten políticas públicas precisas y que se realicen inversiones bien orientadas”. Y para que las empresas también cumplan el acuerdo de París -cero emisiones netas en 2050- se requieren dos condiciones, según el PSOE: “Alcanzar una reducción a escala de las emisiones en toda la cadena de valor a través de objetivos basados en la ciencia consistentes con el escenario 1,5ºC que acompañen a las empresas, a lo largo de 5-15 años, hasta alcanzar la descarbonización total o casi total”.

Y, en segundo lugar, «neutralizar el impacto de cualquier fuente de emisiones residuales que no puedan ser eliminadas o compensadas cuando ya se haya alcanzado el cero neto”. Los socialistas quieren, en consecuencia, que “los próximos diez años” sean “determinantes para poder alcanzar el éxito en la tarea de preservar nuestra seguridad ante los efectos del cambio climático”. Y «el Gobierno de España se ha comprometido firmemente con esta causa».

Y, por todo ello, quiere una “mejora del empleo, el emprendimiento y el medio ambiente, con un programa específico Empleaverde para favorecer la creación de nuevos puestos de trabajo en la adaptación de las empresas a la economía baja en carbono”.