Sánchez apunta a Hernando como nuevo hombre fuerte del Gobierno tras la remodelación de otoño

Antonio Hernando
Antonio Hernando, jefe de gabinete adjunto del PSOE
Joan Guirado

Tras dejarlo fuera de la última remodelación en la estructura orgánica del PSOE por presiones internas, cuando todo el mundo daba por segura su incorporación al núcleo duro de Ferraz, Antonio Hernando está llamado a ser el próximo hombre fuerte del Gobierno. Sánchez quiere ascender a su ahora jefe de gabinete adjunto a ministro. La cartera elegida será, con alta probabilidad, la de Interior, relevando así a Fernando Grande-Marlaska, un ministro polémico y muy debilitado por su gestión. Se facilitaría así la salida del magistrado tras cuatro años de enfrentamientos con algunos sectores de su competencia, como policías y guardias civiles.

Con la salida de Carmen Calvo y José Luis Ábalos, en la última crisis de Gobierno, el perfil político de los ministros actuales se ha visto muy mermado. Sólo el ministro de la Presidencia, Relaciones con las Cortes y Memoria Democrática, Félix Bolaños, ha tratado de jugar este papel sin convencer plenamente a Sánchez. Su falta de habilidad para asegurarse votaciones con antelación, dejando en vilo hasta el último minuto algunas de gran importancia para la coalición, ha deteriorado la relación entre el presidente y su apagafuegos nato. A la espera de la remodelación del Ejecutivo, prevista para la vuelta de verano, el presidente ya ha dotado de más peso político al gabinete, colocando a María Jesús Montero y Pilar Alegría como mujeres fuertes en Ferraz.

La incorporación de Hernando en el Consejo de Ministros se consolida cada vez más. De hecho, Sánchez ya ha sondeado al ex portavoz socialista en el Congreso, con el que estuvo enemistado más de cinco años, para incorporarle al equipo ministerial en la crisis que prevé provocar en las próximas semanas. Fuentes cercanas a Hernando afirman que «él está a disposición del partido y del presidente». «Su perfil», señalan en el entorno del jefe del Gobierno, «encaja a la perfección» para la dirección de un departamento tan complejo como el de Interior. Con el otoño caliente que se avecina, por la subida de la inflación y el desabastecimiento de productos básicos, Sánchez necesita a «una persona de su estricta confianza» para dirigir las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado. Hernando lo es.

En julio de 2021, cuando el presidente optó por remodelar el Ejecutivo, ya intentó relevar a Marlaska. Entonces no encontró un perfil adecuado -la relación con Hernando todavía estaba rota-. Nadie quiso ese regalo envenenado. A última hora, cuando todo el mundo daba por hecha su salida del gabinete, le ratificó en el cargo. Nadie lo entendió. Ni en el PSOE, ni tampoco entre sus socios de Podemos -abonados a las críticas por su gestión-. Antonio Hernando, al que muchos comparan con Alfredo Pérez Rubalcaba -del que fue muy cercano-, «tiene un perfil interesante para dirigir este ministerio», apuntan en el entorno del presidente.

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