El PSOE ordena prepararse para un posible adelanto electoral «antes de la primavera del año que viene»
El adelanto electoral en Madrid ha encendido la mecha. Los roces entre el PSOE y Podemos crecen y el posible resultado de los comicios del 4M ha acelerado los laboratorios electorales del PSOE. Carmen Calvo ya ha deslizado a su círculo más cercano la posibilidad de adelantar las elecciones generales a octubre de este mismo año. Y ahora, federaciones del PSOE, como la valenciana o la madrileña, trabajan con la idea de que puede producirse ese anticipo “antes de la primavera de 2022”.
Tanto desde el PSOE de Madrid, como desde el valenciano, admiten que “la fecha de la primavera de 2022 figura en el escenario electoral de un posible adelanto para las generales”. Las razones son variadas.
La primera, el hecho de que un triunfo rotundo de Isabel Díaz Ayuso el próximo 4M puede generar una sensación de “rebufo electoral de la derecha en toda España y, si ese fenómeno crece, puede convertirse en un catalizador del voto a la derecha en unas elecciones generales”, señalan fuentes del PSOE.
No acaban ahí los argumentos. El futuro resultado de Podemos en las elecciones madrileñas también ha estado presente en las deliberaciones. “Si Iglesias tiene un mal resultado el 4M, o si no llega a entrar en la Asamblea de Madrid, Podemos confirmará un hundimiento general. Y eso, por un lado, beneficia a las opciones de aumentar el voto del PSOE, pero por otro lado, implica que un socio potencial de Gobierno desaparece. Y eso puede suponer un problema si no se ataja a tiempo”, añade la misma fuente.
El futuro económico y recaudatorio de España es otro de los elementos en estudio. La economía nacional afronta un escenario de déficit superior a los 80.000 millones de euros en 2021, tras haber cosechado 123.000 millones de agujero en 2020 y otros 35.000 millones en 2019. Y eso implica que, por mucho que el Gobierno venda políticamente la llegada de los buenos tiempos, la UE puede detectar un serio problema de financiación para la economía española. Y ese dictamen aterra en las filas socialistas, que aún recuerdan el duro panorama de 2010, cuando José Luis Rodríguez Zapatero tuvo que enfrentarse a la sombra de la intervención de la UE.
Todo ello incentiva en el PSOE “un panorama a tener en cuenta de posible adelanto electoral de las generales antes de la primavera de 2022”, señala otra fuente.
Calvo lo sugiere
La vicepresidenta primera del Gobierno, Carmen Calvo, ha mostrado ya en privado estos planteamientos. Ahora se suman federaciones decisivas en el PSOE.
En sus círculos más íntimos, Calvo ha empezado a admitir la posibilidad de que el distanciamiento de Podemos y el resultado del 4M acaben en un panorama que fuerce a una “convocatoria de elecciones el próximo mes de octubre”. Octubre de este mismo año. Antes incluso que el escenario contemplado por las citadas federaciones del PSOE para un posible adelanto electoral.
Las palabras de Calvo han sido vertidas en comidas de amigos, tal y como ha publicado ya OKDIARIO. En presencia de gente de la máxima confianza -teóricamente-. Y en las que, por supuesto, no había prensa. Pero, pese a ello, el comentario ha trascendido ante la magnitud de la afirmación.
Carmen Calvo no hablaba a título personal. Lo cierto es que su postura empieza a tomar cuerpo en Ferraz. Y, especialmente, en muchos de los perfiles clásicos y barones del partido, que ven en la forma de actuar de Pablo Iglesias una clara estrategia de radicalizar el Gobierno para forzar al PSOE a perder su capa de votantes más moderados y, por lo tanto, a perder ventaja con respecto a Podemos.
Aprovechar un mal resultado de Iglesias el 4M, en este escenario, puede ser una solución para los socialistas.
El propio Pedro Sánchez ha pedido ya en diversas ocasiones a sus cargos que relajen las críticas a la formación de Pablo Iglesias. El mensaje, de hecho, se ha convertido en una orden a los suyos de «aguantar y resistir». Un mensaje que Sánchez ha trasladado a los dirigentes, barones y cuadros del PSOE para tragarse los desplantes, deslealtades y ataques que reciben de parte de sus socios de Podemos. Pero eso no implica, en absoluto, que Sánchez no observe el panorama con ganas de absorber el voto aún en manos de los morados.
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