Tribunal Supremo

El presidente del Supremo se jubila en noviembre y Marchena y López Barja son candidatos a reemplazarle

El colapso del Poder Judicial avanza poco a poco porque el CGPJ está caducado y no puede hacer nombramientos

Francisco Marín Castán ha entrado en funciones en febrero tras acabar su mandato como presidente de la Sala Primera

presidente Supremo
Manuel Marchena, Francisco Marín y Jacobo López Barja.

El Tribunal Supremo profundiza en su crisis de personal. El presidente actual del Alto Tribunal, Francisco Marín Castán, se jubila a principios de noviembre y está por ver quién le va a sustituir si para entonces persiste la falta de renovación del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) que impide hacer nuevos nombramientos de forma ordinaria. Los dos candidatos con más opciones para ser presidente interino son Manuel Marchena, presidente de la Sala de lo Penal, y Jacobo López Barja, presidente de la Sala de lo Militar. La ley marca que el puesto corresponde al presidente de sala más antiguo, es decir, Marchena, el juez conocido por presidir el juicio del procés. Sin embargo, a su vez, ese magistrado en noviembre entra en funciones tras concluir el plazo máximo previsto para presidir, en su caso, la Sala Segunda.

La falta de acuerdo entre el PSOE y el PP para renovar el órgano de gobierno de los jueces está provocando que progresivamente se van jubilando jueces del Supremo –prácticamente ya un tercio del total– y de las presidencias de los Tribunales Superiores de Justicia autonómicos sin que se reemplacen. En este contexto, hay puestos claves como el de presidente del Supremo que quedan al albur de las previsiones legales de sustitución.

Cuando Carlos Lesmes en octubre de 2022 dimitió como presidente del Supremo y del CGPJ, tras nueve años en el cargo, se abrió una bicefalia. En el Alto Tribunal le remplazó Francisco Marín Castán, el presidente de la Sala de lo Civil, y en el CGPJ, Rafael Mozo. Este último, a su vez, en  julio de 2023, el día de su 72 cumpleaños, tuvo que jubilarse y dejó la presidencia interina del CGPJ, que pasó a Vicente Guilarte, que también planea dimitir este verano.

En relación con el Supremo, Francisco Marín Castán llegó a la presidencia del Supremo en octubre de 2022, pero su horizonte temporal era muy limitado. Lejos de tener por delante una presidencia larga que aporte estabilidad, su fecha de salida está próxima. El primer gran obstáculo fue en febrero de 2024, cuando agotó los dos mandatos de cinco años máximos como presidente de sala. No obstante, en ese momento se decidió que podía seguir como presidente del Supremo en funciones.

Sin embargo, en noviembre cumple los 72 años y no tiene más opción que jubilarse y dejar la judicatura. En ese momento se plantea un nuevo escenario inédito. Por un lado, el presidente de sala más antiguo es Marchena, que también llegó a la cúspide de su jurisdicción –en su caso, la penal– hace 10 años, en octubre de 2014. Marín Castán fue nombrado presidente de la Sala de lo Civil en febrero de 2014. En ese marco, está por decidir si Marchena podría ser presidente del Supremo en funciones por sustitución o, en su defecto, el encargo pasa a Jacobo López Barja de Quiroga. En su caso llegó a la presidencia de la Sala Quinta, de lo Militar, en septiembre de 2020, por lo que todavía puede estar seis años más en ese puesto.

Colapso progresivo

El colapso del Poder Judicial avanza a pasos de gigante. Los magistrados se asoman al precipicio cada vez que ven más y más despachos vacíos en sus dependencias. El trabajo se acumula y no hay visos de una renovación del CGPJ.

Durante estos últimos años, los tribunales se han ido descabezando poco a poco en una merma inexpugnable. Los miembros del CGPJ se han reducido de 20 vocales a 17 tras dos jubilaciones y un fallecimiento; desde octubre de 2019 tampoco tiene vicepresidente –debido a la jubilación de Ángel Juanes– ni presidente, tras la dimisión de Lesmes. Con esa dimisión se abrió la bicefalia que sigue a día de hoy.

La Sala de Gobierno del Supremo reunida con Bolaños.

La renovación del CGPJ se vive en muchas instancias judiciales como el día de la marmota. Tras varias idas y venidas, parecía que el acuerdo ya estaba prácticamente cerrado, pero no se llegó a firmar en el último momento.

El último movimiento en firme pasó por una mediación del comisario de Justicia de la Unión Europea, Didier Reynders, aceptada por el PP y el PSOE. Sin embargo, tras varias reuniones el asunto ha quedado en punto muerto. El político belga se ha acogido a una excedencia para competir por el puesto de líder del Consejo de Europa y su puesto ha pasado en funciones a otro miembro del Colegio de Comisarios de Bruselas.

Las conversaciones entre Félix Bolaños y Esteban González Pons continuarán a pesar de esa baja. Según los dos partidos, la ausencia de Reyders «no cambia nada». Quieren seguir hablando igualmente, «independientemente» del calendario electoral que se traduce en tres comicios antes de verano. Si finalmente se firma un acuerdo, como publicó OKDIARIO, una mujer podría ser la elegida. Uno de los nombres que más suenan como presidenta del Supremo y del CGPJ en ese escenario es el de la magistrada Pilar Teso.

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