Los policías contra el estudio de Montero que los acusa de racistas: «Es una muestra más de su sectarismo»
El estudio elaborado por el Consejo para la Eliminación de la Disciminación Racial o Étnica -organismo adscrito al Ministerio de Igualdad de Irene Montero- en el que se acusa a la Policía de racismo ha indignado a los agentes quienes, lamentablemente, ya vienen padeciendo las múltiples acusaciones de este tipo por parte de este departamento.
«En primer lugar, dudamos de la objetividad de este estudio», destaca el portavoz de Jupol, Pablo Pérez. «Lo que ha buscado Montero, una vez más, es minar la imagen de la Policía», añade. Señala que la «integración de otras razas o etnias» dentro del cuerpo es una evidencia, como lo demuestran muchos agentes de distintas procedencias. «Seguimos contando con el respaldo de la sociedad. Y estas estrategias enmascaradas en pseudoencuestas o estudios sólo recogen el sectarismo a que nos tiene acostumbrados la ministra de Igualdad», destaca este portavoz.
La encuesta, ‘Percepción de la discriminación por origen racial o étnico por parte de las potenciales víctimas en 2020’, difundida por el Ministerio de Igualdad, señala que «la tasa de discriminación percibida por el trato policial disminuye del 28% al 19%», en comparación con estudios anteriores. Pese a ello, el trabajo se empeña en enfatizar supuestos comportamientos racistas por parte de la Policía.
«El trato policial se mantiene como uno de los ámbitos con las tasas más altas de discriminación, especialmente detectada en los espacios de calle y no tanto en las comisarías, asociada a estereotipos raciales y culturales», se recoge en el documento en cuestión.
Los autores recurren, para apoyar sus tesis, a los datos de una encuesta realizada en 2017 por la Agencia Europea de Derechos Fundamentales, destacando que «de las personas detenidas, el 40% cree que el motivo de la parada fue su origen étnico». «A pesar de la disminución en las tasas de discriminación en el ámbito de trato policial, se constata que hay grupos que continúan percibiendo un notable trato discriminatorio, cuyas experiencias están determinadas por sus características personales y estereotipos asociados a su colectivo», se insiste en el informe.
Además, se recurre a presuntos testimonios escogidos de las entrevistas realizadas durante el trabajo y que claramente ofrecen una imagen determinada de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad.
«Yo tuve aquí a mi hermano, y a él cada dos por tres le paraban, por su estilo, por vestir con el estilo americano, norteamericano: de pantalón, la gorrita, pero él no estaba metido en ninguna, y siempre lo paraban y le decían «eh, tú, revisión, los papeles» Pero claro, él estaba harto, siempre decía «¿por qué siempre me paran?» pero sin embargo, a mí nunca me han pedido papeles cuando andaba ilegal, a mí jamás, nunca me lo han pedido», se puede leer en el informe.
«En la calle, sí, estando por ahí con mis amigos, pararme, estando yo ahí con la moto, y decirme «bah, chico, si eres gitano para qué». Hay mucho abuso, nos paran más, se ríen de nosotros, nos insultan, nos dicen que no sabemos leer…», es otro de los testimonios.
Otro añade: «Hay una diferencia entre la policía que está en oficina y en la calle, no hay respeto, te tratan como a un trapo”. Y una mujer africana señala: “En la calle como están sueltos y no tienen gente detrás, hacen lo que les da la gana, en la calle es donde sacan su verdadero yo”.
«Quienes indican que no han percibido un trato discriminatorio de parte de agentes policiales, reconocen que son situaciones comunes para otras personas y otros colectivos, lo que se ve alimentado por los prejuicios en medios de comunicación y redes sociales», sostiene el estudio, difundido por Igualdad.
También se vinculan los ingresos familiares con el trato recibido, concluyendo que «las personas que tienen un ingreso menor presentan una prevalencia mayor de los hechos discriminatorios por origen racial o étnico, muy diferente a la situación de las personas con los rangos salariales más altos».
Otras polémicas
No es la primera vez que desde el Ministerio de Irene Montero se señala a la Policía. Cabe recordar, por ejemplo, la polémica campaña lanzada hace unas semanas, en las que también se acusaba de racismo a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado.
En uno de los carteles de la campaña se instaba a denunciar con el mensaje: «Me han identificado por mi color de piel u otros rasgos sin razón objetiva».
Desde los sindicatos y asociaciones de Policía y Guardia Civil manifestaron su indignación por la campaña y reclamaron la dimisión de la ministra de Igualdad.
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