El rival de la ANC en la calle quiere ganar autonomía

La Policía pone el foco sobre los cuperos CDR para neutralizar el nuevo activismo separatista

CDR
Los CDR cortando una carretera,

Las Fuerzas de Seguridad del Estado inician este inicio de año con la vista puesta en los instrumentos de coacción y agitación callejera de los separatistas en Cataluña. Y en ese ámbito, con el líder de la ANC en prisión, el foco policial se sitúa en los Comités en Defensa de la República (CDR). Fuentes policiales alertan de que «no son un fenómeno pasajero», y que su estrategia pasa por «ganar autonomía operativa y participativa», incluso en el caso de que la secesión se logre dando paso a una ‘república’ de Cataluña independiente.

La aparición de estas células antisistema pasó desapercibida, pero fue hace casi un año, cuando la avanzó Poble Lliure, un partido integrado por la CUP y con simpatizantes de la banda terrorista Terra Lliure. Esta organización sugirió «montar Grupos de Defensa con el único objetivo de luchar por la República Catalana que ha de nacer y será necesario defender”. En el verano de 2017 ya se preparaban, y fue en las semanas previas al referéndum del 1-O cuando estuvieron listas para su «acción directa, asamblearia y descentralizada».

En Cataluña, Valencia y Baleares

Entonces eran unas 170 en toda Cataluña, con unos 30.000 miembros. Desde entonces, sus tentáculos se han extendido y existen CDR en Baleares, Comunidad Valenciana e incluso en París.

El CDR de París coloca lel símbolo de los golpistas presos en un puente sobre el Sena
El CDR de París colocó el símbolo de los golpistas en un puente sobre el Sena

El propio ministro del Interior ha destacado este jueves como «muy relevante» la actuación de estas células radicales «como elementos ejecutorios de oposición para tratar de impedir las actuaciones policiales el 1-O». Un papel que, según fuentes de la Policía Nacional y la Guardia Civil, no sólo aspiran a repetir, sino que «hace que sigan estando incluso aún más vigilados».

Mapa de los CDR en noviembre
Mapa de los CDR en noviembre de 2017

Los CDR, inicialmente creados por la CUP y las Juventudes de ERC para facilitar, desde el control y la intimidación en barrios y pueblos de Cataluña (al más puro estilo castrista)  la victoria de los separatistas en el referéndum ilegal, se han convertido en algo más.

Las mismas fuentes advierten a OKDIARIO que «tras las elecciones del 21-D, y con el independentismo de nuevo controlando las instituciones, se han dado cuenta de su capacidad de movilización, y han interpretado que es el momento de seguir luchando por la república catalana, y a ello se van a aplicar».

En este sentido, las unidades de Información de la Policía y la Guardia Civil se preparan para que «incidentes de violencia» como los que llevaron a cabo el 1-O,  y «acciones coercitivas» como las registradas en la pasada huelga general independentista del 8 de noviembre y en la que organizaron e integraron cientos de piquetes por toda Cataluña.

El Tribunal Supremo investiga a los CDR

Una estrategia que ha denunciado el coronel Diego Pérez de los Cobos, cargo de la Secretaría de Estado de Interior que coordinó el dispositivo de seguridad en la consulta fraudulenta, en un informe que obra en poder del Tribunal Supremo en la causa 20907/2017 contra los golpistas.

En ese documento, el alto mando confirma que los CDR, «han seguido actuando tras el 1-O»,  y que «organizaron la huelga separatista del 8-N provocando más de 70 cortes de carretera en varios puntos de la red viaria y ferroviaria de Cataluña, lo que obligó a intervenir «para restablecer la normalidad».

Después de ejercitar músculo en la calle en los meses de octubre y noviembre, y tras la tregua de diciembre para no perjudicar las aspiraciones electorales de CUP, ERC, JxCAT y CatComú-Podemos, expertos de las fuerzas de seguridad consideran que los CDR están prestos a volver a actuar. El objetivo: coger el relevo de esa «maquinaria de adulteración social para sembrar el odio» que es la ANC (según establece el informe de la Guardia Civil entregado al TS)  y cuyo líder sigue en la cárcel.

No van a disolverse ni con la independencia

Fuentes policiales trabajan además con informaciones que alertan de que no sólo van a retomar su actividad de agitación y acoso, sino que pretenden seguir en funcionamiento incluso en el hipotético caso de que se consiga la secesión y Cataluña se convierta en una república independiente.

Con ese planteamiento, advierten los cuerpos de Seguridad, se plantean dos caminos: uno, de la pura movilización contra la “represión del Estado”, que contempla manifestaciones por los ‘presos políticos’ e incluso desplazarse a las cárceles donde se encuentran los golpistas. El otro es ‘más político’ y se centraría en avanzar conjugando propuestas y presiones a los partidos separatistas con representantes en las instituciones catalanas para alcanzar la independencia.

 

 

 

 

 

 

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