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Elecciones 23J

El plan de Bildu para la investidura de Sánchez pondría en la calle a 110 etarras

  • Luz Sela
  • Periodista política. En OKDIARIO desde 2016. Cubriendo la información del Congreso de los Diputados. Licenciada en Periodismo por la Universidad de Santiago de Compostela. Antes, en COPE, ABC Punto Radio y Libertad Digital.

Bildu ya ha avanzado que apoyará con sus seis diputados la investidura de Pedro Sánchez sin «precios en público, ni líneas rojas en público», según su líder, Arnaldo Otegi. Lo cierto es que la formación proetarra sí pone precio a ese apoyo en un documento interno, en el que presume de los logros obtenidos desde que Sánchez está en La Moncloa. En Análisis de coyuntura y escenarios en el Estado español -revelado por OKDIARIO- el partido habla abiertamente de los etarras en las cárceles y advierte que «urge dar una salida a la situación de los presos políticos vascos, a los que aún no se aplica la política penitenciaria ordinaria». En otras palabras, ello implicaría el tercer grado o la libertad condicional para 110 presos que actualmente cumplen condena, según los últimos cálculos de la red de apoyo a los presos de ETA Sare.

La reivindicación de «vuelta a casa» de los presos se ha convertido en el lema de las últimas manifestaciones convocadas por el entorno proetarra, reclamando así el fin de la «política penitenciaria de excepción».

«Queremos reconocer la importancia de los pasos dados en lo relativo a la cuestión de los presos y presas durante esta legislatura, en el que se ha puesto fin a la política de dispersión», se jacta Bildu en el documento, en el que avisa que su apoyo «no se puede entender como la entrega de un cheque en blanco».

La puesta en libertad de los presos de ETA es la siguiente fase pretendida por Bildu tras completarse los traslados a las cárceles del País Vasco y Navarra. En marzo de este año, Interior puso fin a 34 años de la política de dispersión hacia los presos etarras, que Sánchez empezó a desmantelar tras su llegada al poder. Entonces, la Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT) ya advirtió: «Vamos camino de un mundo en el que los asesinos van a estar en la calle y las víctimas llorando en casa. Es decir, vamos camino de repetir la historia».

La organización de víctimas denunció entonces que «todo este plan de acercar al 100% de los presos de ETA estaba fríamente orquestado y planeado desde hace cinco años», a pesar de que Marlaska se lo negó personalmente, y denunció un «maquiavélico itinerario» en tres fases: la primera, los conocidos traslados; la segunda, las progresiones a tercer grado y la tercera, las libertades condicionales.

«Sin duda es un día de alegría», se jactó entonces Otegi, valorando que «se cierra un ciclo de la política penitenciaria» pero avisando que su próxima exigencia sería «un horizonte sin presos».

Aunque los presos nunca han formado parte de la negociación pública de Bildu con el Gobierno de Pedro Sánchez, se trata de una cuestión que siempre han puesto sobre la mesa. En octubre de 2021, Otegi expresó con claridad en un encuentro con su militancia el precio de su apoyo: «Tenemos a 200 presos en la cárcel y si para sacarlos hay que votar los Presupuestos, pues los votamos». «Así de alto y de claro os lo digo», señaló el líder de Bildu ante sus simpatizantes en Eibar (Guipúzcoa). Unas horas antes, había pronunciado su declaración en el Palacio de Aiete (San Sebastián), donde admitió el «dolor» causado a las víctimas del terrorismo, pero sin condenar abiertamente la actividad etarra.

En 2020, Sánchez pudo ser investido gracias a la abstención de Bildu y ERC. Ahora, ambas formaciones tendrán que votar a favor, por lo que esos votos se revalorizan. La formación proetarra ha avanzado que su intención es abrir un proceso de negociación discreto durante el verano. Otegi ya ha contactado con Jesus Eguiguren, ex dirigente socialista, con quien negoció durante el gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero.