España
Elecciones Madrid 2021

La otra cara del 4M: el PSOE y Vox perdieron 300.000 votos de las generales de 2019 y el PP los duplicó

Vox perdió la mitad de los sufragios que cosechó Abascal en las generales

Ayuso disparó al PP con 732.739 sufragios más de los que obtuvo Casado en 2019

  • Agustín de Grado
  • Subdirector y responsable del Área Política en OKDIARIO. Antes jefe de área en ABC, subdirector en La Razón y director de Informativos en Telemadrid.

Los madrileños tuvieron el pasado martes la primera oportunidad para pronunciarse en las urnas sobre el Gobierno de Pedro Sánchez y la gestión de una pandemia que vino acompañada de muerte y ruina económica. La última vez que su voz se había escuchado fue el 10 de noviembre de 2019, con motivo de las elecciones generales que terminaron propiciando la coalición gubernamental del PSOE con Podemos. La comparación de los resultados de ambas citas electorales en Madrid deja otros titulares interesantes sobre el 4-M: el PSOE perdió 347.000 de los votos que logró Sánchez en 2019, Vox se dejó 322.000 de las papeletas que apoyaron a Santiago Abascal y el PP incrementó en 732.000 los sufragios que había cosechado Pablo Casado.

Los resultados de las elecciones en Madrid han provocado un terremoto político de calado nacional. La cita había sido planteada por los partidos del Gobierno de coalición como un combate del que debían participar los primeros espadas. Saltó Pablo Iglesias de la Vicepresidencia del Gobierno para movilizar a la izquierda contra la posibilidad de un Gobierno en Madrid de la «derecha criminal». Manejó Moncloa a Ángel Gabilondo como un pelele al que impuso la lista, el mensaje y la estrategia. Todo con un objetivo: acabar con el fastidio que al Gobierno de España le suponía un Gobierno en Madrid que confrontaba a diario sus políticas y, sobre todo, la forma de gestionar la pandemia.

Pero Isabel Díaz Ayuso no se amilanó. Había reaccionado a la moción de censura en Murcia con un adelanto electoral que permitiría a los madrileños juzgar dos modelos distintos de gestionar los asuntos públicos. Madrid iba a votar, y por tanto a poder elegir tras más de un año siendo gobernado bajo las imposiciones y la excepcionalidad de un estado de alarma que el Gobierno y su mayoría parlamentaria convirtió en nueva normalidad.

El escrutinio resultó tan concluyente que Iglesias decidió abandonar la política el mismo martes y Sánchez se encuentra en una encrucijada inesperada de la que ahora busca cómo no salir damnificado después de haber tenido tanta injerencia sobre su candidato. Sólo el PP, además de Más Madrid, que no deja de ser una marca regional, pudo celebrar con júbilo los resultados porque Ayuso se disparó: 1.620.213 votos, 732.739 más que la candidatura de Casado había obtenido en las generales de 2019, la última vez que los madrileños habían acudido a las urnas.

El líder del PP ha celebrado el triunfo de Ayuso como «el motor del cambio» en España que le catapultará a la Moncloa ante el «hartazgo» de los españoles con el Gobierno de Sánchez.

El subidón del PP contrasta con los resultados de sus competidores nacionales. El PSOE de Sánchez pasó de los 957.401 votos que logró el 10-N a 610.190 el 4-M, tras año y medio de Gobierno de coalición con Podemos. Son 347.211 votos menos que Moncloa reconoce estar analizando como «un aviso» de la opinión pública. La dimensión del batacazo de los socialistas entre las dos citas electorales se mide mejor en porcentaje de voto: cayeron del 27% al 16,8%.

A la derecha del PP, Vox se dejó 322.816 sufragios de los 653.476 que conquistó con Abascal como cabeza de cartel en 2019. En otras palabras, Vox perdió la mitad de los votos que había logrado en las generales. Aquél 10 de noviembre el partido conservador concentró el 18,49% de los votos de los madrileños; el martes sus papeletas representaron el 9,13%.