Zaitegui pagó el yate

Óscar Puente se supera: pide a la oposición que dimita por el caso de su yatazo en Ibiza

Vox se une al PP y pide su dimisión: "Es lamentable que Valladolid tenga un alcalde mentiroso"

Puente se enfrenta a la prensa: "¡¿Arrepentirme de qué?!", le espeta a una periodista molesto por las preguntas

Según Puente, "un lunes y un martes" en un yate de 6.500 euros pagados por un adjudicatario del ayuntamiento "no son vacaciones"

El PP pide la dimisión de Óscar Puente por mentir sobre sus vacaciones en el yatazo

Puente admite que un adjudicatario municipal le pagó el yatazo en Ibiza pero la juez archiva el caso

Óscar Puente
Óscar Puente, alcalde de Valladolid.

Óscar Puente, alcalde de Valladolid, se ha superado a sí mismo. Este viernes ha pedido con ironía a la oposición que dimita por el caso del yate cuyo alquiler pagó un adjudicatario del ayuntamiento para que él y su hija disfrutarán de dos días de vacaciones en Ibiza y Formentera en 2020. Ha sido su primera reacción al conocerse -por el auto de sobreseimiento provisional de la causa abierta por cohecho contra él- que Puente y el empresario Sergio Zaitegui tuvieron que admitir ante el juzgado que, tal y como publicó OKDIARIO, el empresario vasco pagó la factura de 6.534,50 euros de la embarcación de lujo.

Zaitegui -que fue imputado- aseguró ante la juez que pagó el yate de su bolsillo y no a través de la empresa Zaiglobal Services, de la que Zaitegui es apoderado y administrador único. Cinco meses antes de las vacaciones en el yate, Puente había concedido a Zaiglobal Services un contrato de 195.178,20 euros. Se lo adjudicó por la vía de urgencia al amparo del decreto del primer estado de alarma y para proveer de material antiCovid al ayuntamiento, aunque en el objeto social de la empresa, en el momento de la concesión, no aparecía en absoluto la venta de ningún tipo de material sanitario. En las fechas de la concesión del contrato a Sergio Zaitegui, el Ayuntamiento de Valladolid tuvo ofertas de mascarillas de otras empresas.

Conocido el auto, la portavoz del PP, Pilar del Olmo, pidió su dimisión «porque ha mentido -dijo- a los medios de comunicación y al pleno municipal. Su comportamiento es políticamente incorrecto y éticamente reprochable».

También Vox en Valladolid ha pedido la dimisión de Puente. Su portavoz, Javier García Bartolomé, señala a OKDIARIO que «es lamentable que Valladolid tenga un alcalde mentiroso». Recuerda que durante meses Puente ha repetido: «Mis vacaciones me las pago yo». Dice García Bartolomé que «no es ético que un contratista del ayuntamiento invite a unas vacaciones de lujo al alcalde». Añade el portavoz de Vox que el alcalde «debería dejar su cargo motu proprio por falta de ética y por mentiroso, aunque somos conscientes de que no lo va a hacer y se va a aferrar al sillón».

Convocatoria surrealista de Puente

Con todo ello, el alcalde de Valladolid ha celebrado como una victoria el sobreseimiento provisional de la causa, aunque las diligencias practicadas han permitido confirmar la noticia que ofreció OKDIARIO: Sergio Zaitegui, adjudicatario del ayuntamiento, pagó el alquiler del yate.

Nada más conocerse el auto, Puente convocó a la prensa local para este viernes. Motivo (absurdo): ir a visitar la pintura y el asfaltado de unas calles mientras llovía en Valladolid. Conclusión: los periodistas han terminado dentro del ayuntamiento escuchando durante más de 10 minutos al alcalde socialista descalificar a la portavoz del PP, Pilar del Olmo, y terminar enfrentándose a la prensa. Cuando Puente ha concluido su perorata, los periodistas le han tenido que recordar: «Alcalde, ¿y qué pasa con lo del asfalto para lo que habíamos venido?». Contestación: «Bueno… Ya haremos la visita otro día», aunque, finalmente, en dos minutos, ha zanjado el tema de la convocatoria.

Menosprecio y burlas

En su perorata, Óscar Puente ha acusado al PP de «usar a la justicia para intentar obtener un rédito político», pero -ha añadido- «se ha llevado un revolcón». Puente ha repetido que este asunto del yate estaba en «el terreno personal», aunque el alcalde de Valladolid ha usado al Departamento Jurídico del ayuntamiento para defenderse en el juzgado. «Cuando los ciudadanos tengan que ir a las urnas en 2023 se acordarán de quienes han estado resolviendo sus problemas y de quienes se han dedicado a estas cosillas, a cosas personales y a socavar la imagen de las personas e inmiscuirse en el terreno personal», ha dicho.

Puente ha hablado varias veces de «la sentencia» mientras acusaba al PP de «mentir». El alcalde sabe que no ha habido ninguna sentencia, sino un auto que sobresee provisionalmente la causa. Puente ha cargado a continuación contra la portavoz del PP, Pilar del Olmo, señalando irónicamente: «Yo no voy a pedir a la señora Del Olmo que dimita porque se lo van a pedir sus compañeros, que de manera indirecta ya le llevan enseñando la puerta de salida desde hace mucho tiempo». Y ha añadido: «Yo no lo voy a hacer porque que la señora Del Olmo siga ahí al frente del Partido Popular es una de las mejores garantías de que su partido se estrelle en las próximas elecciones y yo alcance la mayoría absoluta que es mi objetivo». «Que siga donde está», ha continuado. «Espero que recapacite para que el poco tiempo que le queda lo aborde con un poquito de dignidad».

Se enfrenta a la prensa

Puente ha leído ante los periodistas una parte del auto judicial, pero no la parte en la que se afirma con claridad que Zaitegui le pagó el yate, como contó OKDIARIO. Un periodista se la ha leído y él ha respondido: «Mire… he aportado cuantiosa documentación que acredita que pagué mi viaje, que pagué los víveres de uno de los dos días de navegación, las cenas, las comidas…». Puente ha intentado justificarse afirmando: «Obviamente me subí -ha dicho- a un barco que no era mío y obviamente no lo pagué yo». Obviamente, la noticia de OKDIARIO era cierta.

Ya visiblemente molesto por las preguntas, Puente ha terminado encarándose con los periodistas: «Si todo esto que acabo de explicar a estas alturas… no lo han entendido ustedes… ¡no lo entiendo! … Porque cualquiera -ha dicho, como si los periodistas estuviéramos en un rango intelectual menor- entiende que a uno le invite un amigo a su casa o a su barco y eso no significa que le paguen las vacaciones». Es lo que piensa Puente siendo alcalde de Valladolid.

Luego ha ido a más. Para intentar justificar su frase de «mis vacaciones me las pago yo», Puente ha llegado a decir que lo de Ibiza y Formentera en un yate de lujo que costó 6.500 euros al contratista Zaitegui «no fueron unas vacaciones». «Era un lunes y un martes», ha señalado. «Si a eso le llamamos vacaciones… pues bueno». Puente debe de pensar que a todos nos han ofrecido algo así en algún momento de la vida sin necesidad de ser alcalde de ningún sitio.

Una periodista le ha insistido: «¿Se arrepiente de algo?». Momento en que Puente le ha espetado en un tono ya alto: «¡¿De qué?! ¿De ir con mis amigos donde me da la gana? ¿De eso? ¿A usted cuando le invitan a la casa de un amigo no va?», le ha dicho a la reportera como si ser alcalde de Valladolid y cobrar casi 90.000 euros (más que el presidente del Gobierno) fuera lo mismo que ser periodista.

Es el tono por el que Sánchez le apartó de la portavocía del PSOE. O por terminar -en tono desafiante- con desafortunadas reflexiones como esta: «Yo voy a hacer mi vida siempre… sea alcalde, presidente del Gobierno o [atención] cónsul de Panamá», conocido paraíso fiscal de inoportuna actualidad estos días.

Son las «obviedades» de Óscar Puente, capaz de compararse -con sus 90.000 euros de sueldo como cargo público- con una periodista o de pensar que «un lunes y un martes» en un yate de 6.000 euros en Formentera pagado por otro «no son unas vacaciones».

Obvio es, al final, que Zaitegui le pagó el yate y que, yates aparte, Óscar Puente tiene problemas con el transporte en general. Este verano usó también un Mercedes de alta gama valorado en 173.000 euros para irse de vacaciones. El coche estaba a nombre de un grupo empresarial con contratos en el ayuntamiento. Puente declaró, entonces, que el coche no era de alta gama «sino un trasto» y que los contratos del grupo empresarial «eran menores». El ego de Puente sólo admitió decir: «Me arrepiento de la hora en que cogí el maldito coche». Como cuando dice: «Me subí a un barco que no era mío…». Como si algo irrefrenable le impulsara a meterse en coches y yates que no son suyos ganando casi 90.000 euros. Óscar Puente atribuyó lo del coche, como lo del yate, a la «demagogia» y a una «campaña de difamación contra mí». Son «obviedades» para Óscar Puente.

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