Militares del Ejército del Aire denuncian que tienen que adelantar las dietas, hasta 1.000 euros, en viajes fuera de España

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El edificio donde se encuentran las oficinas del Ejército del Aire en Madrid. Foto: AGENCIAS

Un grupo de militares del Ejército del Aire ha denunciado que se ven obligados a adelantar el dinero de las dietas en muchos de los viajes que realizan fuera de España. A veces, han tenido que poner de su propio bolsillo hasta 1.000 euros para pagar el alojamiento o la manutención en un viaje de sólo una semana.

Según han explicado a Europa Press estos militares, todos ellos pertenecientes a la escala de tropa, en algunos casos la Administración les adelanta el 80% de la cuantía de la dieta, pero en otros muchos tienen que anticiparla ellos en su totalidad. En cualquier caso, y sea cual sea la cantidad que se les debe, el dinero se les devuelve a veces en unos pocos días, pero en otras muchas tarda entre dos y tres meses y en otras ha llegado a ser hasta de seis.

Así lo ha denunciado uno de estos uniformados en un escrito enviado al ministro de Defensa en funciones, Pedro Morenés, en el que quiere saber «si la imposibilidad de no poder hacer frente a cambios inesperados en las operaciones deben asumirla los militares con su propio dinero» o si, por el contrario, el problema es que «no ha existido un buen sistema de control en la calidad de la gestión del Ejército del Aire».

«MODUS OPERANDI» EN ALGUNAS UNIDADES DEL EJÉRCITO

Según los militares afectados, este problema de adelantar las dietas es el «modus operandi» en algunas unidades del Ejército del Aire desde hace unos seis años y ocurre sobre todo en viajes fuera de España para un apoyo puntual a las operaciones en el exterior, no en el despliegue de los efectivos para una misión internacional.

Así, por ejemplo, uno de estos militares cuenta que en un viaje a Dubai dentro de una misión de apoyo al contingente desplegado en Afganistán tuvo que adelantar 400 euros por dos noches de alojamiento. Otro se vio obligado a pagar de su bolsillo varias noches de hotel en Gabón, con un precio de 200 euros por noche.

En Pakistán, otro militar tuvo que sufragar tres noches de hotel, a un precio de 300 euros la noche; en total, casi 1.000 euros por tres días. Y en el curso de una de estas misiones un grupo de uniformados tuvo que hacer escala en Dubai porque el avión se estropeó y se vieron obligados a adelantar el dinero que costaron las dos noches que se tuvieron que quedar hasta que llegaron los repuestos para la reparación.

Y en una misión en Kuwait hace alrededor de un año como apoyo al despliegue en Irak, otro de los militares cuenta que pasaron 15 días teniendo que costearse ellos mismos toda la manutención, comiendo y cenando siempre en restaurantes de comida rápida para que el coste no se disparase. Aún así, tuvieron que anticipar unos 400 euros que no les fueron devueltos hasta meses después.

Uno de estos militares recuerda una ocasión en la que a los efectivos destinados en una misión en un país africano se les encomendó que adelantaran el coste del hotel. Él alegó que no disponía de una cantidad tan elevada de dinero, a lo que, según asegura, los mandos le contestaron que se lo pidiera a algún compañero.

LAS DIETAS, REGULADAS EN EL BOE

El Boletín Oficial del Estado (BOE) regula específicamente las dietas de alojamiento y manutención en los viajes de los militares como parte del personal funcionario. En primer lugar, se diferencia entre tropa, suboficiales y oficiales para determinar la cuantía de la dieta. En segundo lugar, esta retribución varía dependiendo de si la estancia es en España o en el extranjero.

Según han explicado militares afectados a Europa Press, los hoteles en España y Europa sí se acomodan a los precios de las dietas para la tropa, que suelen rondar los 50 euros para alojamiento. El problema surge cuando el viaje es a países donde los hoteles en los que se suele alojar el personal extranjero cuentan con una serie de comodidades y medidas de seguridad muy determinadas.

En estos casos, el precio de la noche de hotel se dispara, nada que ver con las cuantías de las dietas que figuran en el BOE. Así, por ejemplo, en Senegal, la dieta asignada para alojamiento es de 59,50 euros, si bien los hoteles donde se suelen hospedar las tropas cuestan unos 150 euros. En Gabón, la dieta está establecida en 88,35 euros, pero una noche de hotel cuesta en torno a 250. En Pakistán, el BOE fija 51,69 euros para el alojamiento, pero a los militares les ha llegado a costar 300 euros.

En algunos casos, la tropa ha de pagar de su bolsillo el importe total de la estancia o de la manutención del viaje, mientras que en otros la Administración les adelanta el 80% de los costes del viaje, pero no la integridad de los mismos.

NINGÚN ESTABLECIMIENTO ACEPTA EL 80%

Todos los militares consultados coinciden en que costear una noche de hotel puede ser asumible, pero un adelanto de 600 euros supone la mitad de su sueldo mensual, si es que llega. Esta es la razón por la que uno de ellos se ha quejado a sus mandos, al jefe del Estado Mayor del Ejército del Aire (JEMA), al jefe del Estado Mayor de la Defensa (JEMAD) y, por último, al ministro de Defensa.

En el escrito que ha enviado a Morenés, al que ha tenido acceso Europa Press, este militar remarca que «no conoce ningún establecimiento hotelero o de restauración, militar o civil, nacional o extranjero, que acepte el pago del 80% de la dieta que la Administración concede como anticipo, sino que exigen el pago inmediato e íntegro del coste de los servicios prestados».

También señala que ha optado por dirigirse al Ministerio de Defensa porque el JEMA «no ha mostrado ningún interés en resolver el tema principal, que sigue siendo la concesión de anticipos en las cuantías suficientes para hacer frente a los gastos ocasionados por las distintas misiones del Ejército del Aire».

Asimismo, pide que se le remita «una lista de los alojamientos civiles y militares en los que se acepte un pago aproximado del importe de la dieta de acuerdo a las condiciones establecidas por la Administración». Según el afectado, no ha recibido ninguna contestación por parte del ministerio.

PÉRDIDA DE HORAS DE VUELO

Las quejas que lleva presentando este militar desde 2012 le han ocasionado, según su versión, problemas en su unidad. Él asegura que los mandos han dejado de asignarle misiones alegando que si no viaja, el problema está resuelto, ya que así no tiene que adelantar ningún dinero. Pero denuncia que los perjuicios para él acaban siendo mayores, dado que esta situación está limitando su número de horas de vuelo, lo que afecta negativamente a su carrera en el Ejército.

Todo esto le ha llevado a presentar un recurso por la vía contencioso-administrativa para que, según explica su abogado, se le «reconozca un derecho que ya está previsto en la ley», si bien la respuesta ha sido que el problema no se puede resolver de forma general, sino que debe presentar recurso por cada viaje en el que anticipe las dietas.

Los militares consultados no están seguros de si este problema ocurre en todas las unidades del Ejército del Aire o de otros ejércitos, pero aseguran que en su destino la mayoría de uniformados «tiene que tragar» y anticipar las dietas porque, de lo contrario, se pueden enfrentar a las «represalias» que los mandos puedan tomar contra ellos.

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