Mil mossos han pedido ya pasarse a la Policía y otros 6.000 esperan a que se abra la puerta

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Mossos d'Esquadra durante las protestas por la detención de Puigdemont.
Carlos Cuesta

Mil mossos constitucionalistas han planteado ya su deseo de pasar a la Policía Nacional ante el acoso que sufren en Cataluña. Las estimaciones de los sindicatos nacionales de Interior cifran en total en unos 7.000 los agentes leales dispuestos a dejar la policía autonómica, compuesta actualmente por unos 17.000 agentes. Quieren que se active la denominada Pasarela policial –una ley pendiente de desarrollo reglamentario que permite pasar del cuerpo autonómico al nacional–.

Los mossos leales lo han trasladado así a distintas asociaciones y en reuniones privadas ante el acoso que sufren de sus compañeros, de determinados mandos y de la División de Asuntos Internos del cuerpo autonómico. Porque en pleno 155 son marcados e incluso expedientados por diversos motivos y disculpas falsas que esconden la realidad: que se les acosa por defender la Constitución Española que han jurado todos ellos.

Sus cifras se elevan a esos 1.000 mossos que se plantean un cambio de cuerpo ante la situación actual, aunque aclaran que «el nivel de presión que se vive, está llevando a que muchos de ellos no se atrevan ni a defenderlo en público, solamente lo piden en privado».

Los Mossos constituconalistas han mantenido ya reuniones con representantes del PP y de Ciudadanos para pedir literalmente “ayuda” ante la reaparición generalizada de casos de discriminación ideológica contra aquellos integrantes de la policía autonómica que no son separatistas.

“Los últimos acontecimientos judiciales, de hecho, no han hecho sino incrementar esta presión interna. Comentarios, insultos, acoso en las redes, cambios de turnos o destinos… Las formas de presionar por o ser independentistas son variadas”, aclara un mosso que ha denunciado esta situación a OKDIARIO.

Pasarela policial Mossos

La información ha llegado a ser denunciada, de hecho, ante el delegado del Gobierno en Cataluña Enric Millo. Se ha hecho en un encuentro en el que se le ha alertado de que las promociones y ascensos siguen favoreciendo a los mossos que acreditan su separatismo y continúan castigando a los que no comulgan con ese planteamiento.

«Defender la secesión arma en mano»

Los mossos acosados han empezado ya a organizarse en plataformas y asociaciones para intentar conseguir que se les abra la puerta para salir de un cuerpo en el que “escuchas a compañeros tuyos hablar día a día de que, si hiciera falta, saldrían a la calle arma en mano a defender la independencia de Cataluña”, como ha señalado a este diario otro mosso marcado por los separatistas.

Los mossos leales con la ley han insistido en que sufren acoso diario por parte de colectivos totalmente separatistas y declaradamente rebeldes que hacen alarde de su desacato a la Constitución y que, sin embargo, operan sin freno mostrando su defensa de la ilegalidad en redes sociales o de cualquier otra forma pública. De hecho, en todas esas reuniones los mossos constitucionalistas han insistido en que sigue existiendo una sectorial de la Asamblea Nacional Catalana que agrupa a mossos y que, ya en el pasado más reciente, afirmó que se mantendrían “leales al Parlament y al Govern” y no al 155 o la Constitución.

Los agentes leales han denunciado igualmente el papel que está jugando una división de los Mossos en concreto: la DAI, la División de Asuntos Internos de los Mossos, que, según su versión, sigue con una fuerte presencia de grupos separatistas y que, pese al control de la policía autonómica por parte del Gobierno de España, usan su poder para realizar cribas ideológicas entre las que se encuentran, por ejemplo, los desplazamientos a zonas alejadas del domicilio de aquellos que se significan como contrarios al separatismo.

Por todo ello, los mossos no separatistas han empezado a hacer circular impresos para organizarse y reclamar una solución a su situación.

Los agentes autonómicos que respaldan esta petición, de hecho, afirman que son muchos los agentes que se encuentran sometidos a presión ideológica dentro del cuerpo autonómico y que están dispuestos a saltar a la Policía sin solicitar el cambio de plaza. Es decir, que se ofrecen, precisamente a formar parte de los contingentes de la Policía Nacional ubicados en Cataluña, solventando, así, un segundo problema creciente, y es que el rechazo a esta comunidad como destino se ha generalizado entre las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado.

Una de estas asociaciones es la denominada Policías Autonómicos por la Pasarela, una agrupación que, nada más nacer, cuenta ya con cien miembros.

Algunos de los miembros de estas u otras asociaciones añaden que “no queremos tener ningún trato especial, simplemente dejar de ver cómo a compañeros se les abren expedientes por usar el castellano al rellenar una denuncia. O cómo los mandos se entregan a personas por ser nacionalistas. Simplemente”.

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