España

Cospedal reacciona al órdago de Soraya consolidando su poder en 12 de las 17 regionales del PP

María Dolores de Cospedal y Soraya Sáenz de Santamaría se disputan ya la Secretaría General del PP. Y lo hacen con una posición de control territorial inicial muy diferente. Doce regiones y media para Cospedal. Tres y media para Sáenz de Santamaría.

Pero, pese a eso, la carrera por el control del partido ya ha empezado. Si la ex vicepresidenta empezaba a moverse el día previo a la dimisión del presidente, Cospedal ha reaccionado de inmediato y pelea ya para no permitir que la ex vicepresidenta controle el partido aprovechando la salida de Mariano Rajoy.

El reparto de poder se divide de momento de una forma un tanto desigual. Cospedal controla 12 regiones y media y Soraya tan sólo tres y media. Medias, porque la Extremadura de José Antonio Monago no se ha decantado en la pugna.

Cospedal manda con claridad en su feudo natural, Castilla-La Mancha. Y mantiene el control de la práctica totalidad de regiones a excepción de País Vasco, Andalucía y Cantabria. Y es que su etapa al frente de la Secretaría General le ha permitido asentar su control del partido.

Soraya Sáenz de Santamaría no ha contando nunca con un claro respaldo en el partido. Pero eso no ha sido un obstáculo para que haya empezado ya a recabar apoyos entre los barones con el propósito de competir con María Dolores de Cospedal por la Secretaría General. De hecho, Soraya Sáenz de Santamaría llamó a líderes del PP el mismo lunes por la tarde, el día previo a la dimisión de Mariano Rajoy para recabar apoyos. Y es que la mejor posición de salida de Cospedal hizo que la ex vicepresidenta decidiese moverse con urgencia para optar al control de la Secretaría General del partido.

La reacción de Cospedal ha sido instantánea y en estos momentos las dos líderes del PP se disputan los apoyos con el fin de posicionarse cuantos antes en la disputa por los puestos clave del PP.

Las llamadas de Sáenz de Santamaría se realizaron a buena parte de los barones del PP. Feudos entre los que Sáenz de Santamaría quiere posicionarse y cerrar alianzas ante la evidencia de que no ha contado con apoyos claros hasta el momento dentro del PP. Su labor se ha centrado en el Gobierno y allí ha desarrollado su labor de control y esfuerzos.

Cospedal lo tiene más fácil. Y es que sus años al frente del partido como secretaria general le han permitido tejer una red de control que hoy en día se encuentra a pleno funcionamiento.

El auge de Alberto Núñez Feijóo, sin embargo, como sucesor de Mariano Rajoy en la Presidencia se da por hecho. Es más, desde dentro del partido se está pidiendo ya a los cuadros que ayuden a que se trate de una candidatura única, respaldada de forma mayoritaria y que permita dar una imagen de unidad del partido. Pero esa sensación se dará en cuanto a la Presidencia del partido.

Porque será más difícil darla con respecto a la Secretaría General. Y es que la pelea por el segundo puesto del partido es clave a partir ahora. Especialmente porque ese cargo tendrá mucho que decir en la elaboración de candidaturas para las elecciones locales y autonómicas que están a la vuelta de la esquina. Y, por lo tanto, quien se haga con ese cargo podrá colocar a unos u otros en las listas.