La Juez encarcela al presunto asesino de Marta Calvo por riesgo de fuga y destrucción de pruebas

Jorge Ignacio Palma, detenido en relación a la muerte de Marta Calvo, pidió perdón ante la jueza, sin especificar el motivo exacto, y se negó a declarar por consejo de su abogado. Y la jueza le envió a prisión porque no cree su versión.

El auto de prisión provisional estima que Marta Calvo fue víctima posiblemente de una muerte violenta y mientras prosiga la investigación el acusado seguirá en prisión por el riesgo de fuga y de destrucción de pruebas. La jueza aprecia contradicciones en la confesión que hizo a la Guardia Civil tras entregarse en el cuartel de Carcaixent.

Entre estas contradicciones, la causa de la muerte. ¿Para qué Jorge tras despertarse y encontrar a Marta muerta, decide descuartizar un cadáver y deshacerse de él si no tiene nada que ver con la muerte? Algo que no cuadra a los investigadores como tampoco les cuadra lo siguiente: ¿si arroja los restos a varios contenedores de basura por qué la Guardia Civil no los encuentra después de investigar en los vertederos de la zona?, instalaciones por cierto que cuentan con sistemas de filtrado que habrían hallado los restos de la víctima.

Y sin embargo la versión que Jorge contó a la Guardia Civil al entregarse coincide con las pruebas recogidas hasta el momento. El contó que usó una sierra y ácido para descuartiza el cadáver y días después los guardias encontraron las imágenes de cámaras de seguridad de la tienda donde los compró.  También coinciden los tiempos que relata el acusado con el itinerario que siguió la noche del crimen para recoger a la víctima y llevarla a su casa. Eso lo saben por el rastreo de los tres móviles del acusado, aunque falta saber con exactitud por donde se movió una vez que decidió deshacerse del cadáver de Marta.

A los guardias no les cuadra su versión. Por eso siguen buscando en los vertederos pero también en los campos, acequias, pozos y canales de la zona. Si hubiera sido un accidente, creen, Jorge no tendría que haber escondido el cuerpo sino todo lo contrario para demostrar que no tenía nada que ver.