Isidro Usabiaga, el caso del empresario vasco asesinado por ETA que se asemeja al de ‘Patria’
Aramburu entiende la comparación porque hay "concomitancias", pero reitera que no se inspiró en un atentado concreto
Lluvia de críticas a HBO por "equiparar" a los etarras con sus víctimas en el cartel de 'Patria'
En la historia criminal de ETA hay un caso que reúne significativas similitudes con el novelado en el libro Patria (Tusquets Editores), de Fernando Aramburu, llevado ahora a la pantalla por HBO bajo dirección de Aitor Gabilondo. Se trata del asesinato del industrial vasco Isidro Usabiaga Esnaola, que se asemeja al del empresario Txato (José Ramón Soroiz) en la ficción del aclamado bestseller. Tanto es así que el propio Aramburu entiende la comparación «porque efectivamente hay algunas concomitancias», si bien reitera, según respondió en Twitter a un particular, que no se inspiró en «ningún caso en concreto» para conformar su obra.
Sin ánimo de hacer spoiler (revelación) de la serie televisiva Patria, Usabiaga era empresario como Txato, con un negocio familiar del sector de la construcción; pagó el «impuesto revolucionario» antes de ser acribillado; fue objeto de una intentona previa por parte de los asesinos para ser aniquilado unas semanas antes; fue tiroteado en plena calle; dejó una familia rota y su muerte es uno de los más de 300 crímenes sin resolver perpetrados por la organización terrorista ETA.
Según la descripción que consta en el ‘Mapa del terror’ elaborado por el Colectivo de Víctimas del Terrorismo (Covite), alrededor de las 4:30 horas de la madrugada del 26 de julio de 1996, ETA asesinó a tiros en Villafranca de Ordicia al empresario Isidro Usabiaga Esnaola. «Llevaba tres años siendo chantajeado, amenazado y acosado por la banda terrorista. Aquel 26 de julio fue tiroteado cuando regresaba a su casa tras haber estado cenando en la sociedad gastronómica a la que asistía para celebrar las fiestas patronales de su localidad», señala Covite.
Pagó 10 millones de pesetas
La asociación apunta que su asesinato en la calle Filipineta «se produjo tres meses después de la liberación del empresario José María Aldaya, que fue en abril de 1996, tras permanecer secuestrado por la banda terrorista desde mayo del año anterior». «Isidro tenía 52 años, estaba casado y tenía tres hijos cuando fue asesinado por ETA», añade la ficha. La familia Usabiaga venía sufriendo el chantaje y la extorsión de la banda terrorista desde 1993. Isidro pagó 10 millones de pesetas (le exigieron 60 y se negó), un dinero que la Ertzaintza logró recuperar. También insertó publicidad en el diario Egin, clausurado en 1998 por su vinculación a ETA.
Las crónicas de entonces recogen que Usabiaga fue asesinado a escasos 50 metros de su domicilio particular, como el personaje de Patria, donde recibió cinco disparos a quemarropa (uno en la cabeza, tres en el tórax y otro en un muslo), sin que muriera en el acto. Un vecino lo encontró aún con vida, pero el industrial murió mientras era trasladado al ambulatorio de la localidad por la Cruz Roja. La Policía halló en el lugar del crimen cinco casquillos del calibre 9 milímetros Parabellum, marca SF, la munición que solían usar los pistoleros de ETA.
Entiendo la comparación porque efectivamente hay algunas concomitancias; pero, como he explicado en diversas ocasiones, yo no me inspiré en ningún caso en concreto. Urte berri on.
— Fernando Aramburu (@FernandoArambur) January 6, 2020
Ese mismo día, el despacho de seguros que dirigía una cuñada de Usabiaga apareció apedreado en el mismo municipio, donde el Consistorio aprobó una moción de condena con los votos de PP, IU, PSOE, Eusko Alkartasuna (EA) y PNV. Sólo los concejales de Herri Batasuna se opusieron. «No consideramos casualidad que mientras este hombre yacía en el suelo otros intereses de la familia fueran atacados por enésima vez, y además se hacían explotar petardos no se sabe con qué macabro sentido», decía la moción aprobada por el Ayuntamiento ordiziarra.
El diario El País publicó entonces que «según la Consejería de Interior, Usabiaga no colaboró con la policía autónoma en la desarticulación de la red de extorsión de ETA». La misma Consejería de Interior subrayó en una nota que el asesinato del empresario evidenciaba que «el pago a ETA no evita el riesgo de atentado», algo que muestra también Patria.
40 empresarios asesinados
Sin la existencia de ningún testigo de aquel asesinato en una noche de disfraces, el caso fue archivado pocos meses después por la Audiencia Nacional. Se desconoce quién o quiénes apretaron el gatillo. Fuentes de la lucha antiterrorista informaron en 2007 a la agencia Europa Press que el etarra Iván Apaolaza Sancho, detenido aquel año en Quebec (Canadá), habría participado en el atentado contra Usabiaga.
Cuando el 20 de octubre de 2011 ETA anunció el cese definitivo de su «actividad armada», la banda terrorista había asesinado durante décadas a un total de 40 empresarios, entre ellos nueve de Guipúzcoa, y secuestrado a medio centenar. El primer empresario que mató ETA fue el director gerente de Sigma, Ángel Berazadi, que había sido secuestrado el 18 de marzo de 1976 y fue encontrado muerto en la carretera de Elgoibar a Azkoitia (Guipúzcoa) el 7 de abril de 1976. El último fue Ignacio Uría, consejero de la empresa Altuna y Uría, una de las constructoras de la Y ferroviaria vasca (tren de alta velocidad), que fue asesinado el 3 de diciembre de 2008 en Azpeitia, también en Guipúzcoa.
#TalDiaComoHoy #ETA en 1996 #Ordizia disparó cinco veces contra Isidro Usabiaga, fue la segunda vez que lo intentaron. Su familia sufrió durante años el acoso de la izquierda abertzale.
Dejó tres huérfanos.¿Me ayudas a recordarle?#impune ⤵️
HILO ⤵️ pic.twitter.com/loX8jzNOzv
— Consuelo Ordóñez (@ConsuorF) July 26, 2020