España
Alerta antiterrorista

Interior forma a los funcionarios de prisiones en «sexo y género» pero no sobre presos yihadistas

Interior advierte de la peligrosidad de los presos yihadistas por su labor de captación

Instituciones Penitenciarias ofrece cursos de "lenguaje inclusivo", pero no de presos yihadistas

  • Luz Sela
  • Periodista política. En OKDIARIO desde 2016. Cubriendo la información del Congreso de los Diputados. Licenciada en Periodismo por la Universidad de Santiago de Compostela. Antes, en COPE, ABC Punto Radio y Libertad Digital.

La situación de alerta antiterrorista en España por el conflicto en Oriente Próximo ha puesto el foco en los presos yihadistas. Tanto el Ministerio del Interior como el departamento de Seguridad Nacional o las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado han expresado en reiteradas ocasiones su preocupación por estos reclusos, muy radicalizados y que ejercen una labor de captación dentro de las prisiones. Pese a ello, no se han puesto a disposición de los funcionarios herramientas de formación para abordar este fenómeno, detectar el adoctrinamiento o gestionar los conflictos con este tipo de presos.

Instituciones Penitenciarias sólo ha impartido el curso de Prevención de la radicalización en el marco de la Unión Europea, una formación online de apenas 15 horas de duración, en la que se imparten conceptos muy básicos. En cualquier caso, este cursillo no se dirige a los funcionarios, sino que su asistencia es muy limitada y sólo para el personal directivo y los Servicios de Información y Control Operativo de los establecimientos penitenciarios.

«Si bien el número de criminales extremistas violentos en prisión resulta bajo, la amenaza que este grupo representa para la seguridad de la sociedad exige una atención seria», señala el departamento de Grande-Marlaska en la presentación de este curso, añadiendo que «es importante dedicar los recursos y esfuerzos suficientes para tratar este problema de manera efectiva, dado el peligro potencial que representan para la sociedad».

En su lugar, son las propias asociaciones de funcionarios las que asumen la labor de formar al personal de las prisiones. Desde ACAIP-UGT, por ejemplo, se han organizado cursos sobre «prevención de la radicalización», una formación dirigida por el Consejo de Europa, sin colaboración con Instituciones Penitenciarias.

«Sexo y género»

Pese a la declaración de intenciones, lo cierto es que los funcionarios se quejan de la absoluta falta de formación, necesaria para detectar con eficacia cualquier indicio de actuación delictiva de estos yihadistas. En su lugar, Interior sí ofrece formaciones de asuntos variopintos, como «defensa personal», «respuesta ante situaciones conflictivas», «habilidades sociales y resolución pacífica de conflictos» o «lenguaje inclusivo».

Este último curso pretende que los funcionarios «comprendan las diferencias entre sexo y género y cómo influyen los estereotipos en la igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres» o «profundicen en el sexismo lingüístico» y «reflexionen sobre la responsabilidad de utilizarlo que tenemos los hombres y mujeres», según anuncia Interior en la última convocatoria.

El último informe de Seguridad Nacional recoge que «en los últimos tiempos las principales operaciones judiciales desarrolladas contra el terrorismo yihadista se han centrado en las actividades de radicalización y adoctrinamiento (parte de ellas en centros penitenciarios), así como en actividades relacionadas con la difusión y enaltecimiento del terrorismo».

La Estrategia Nacional contra el Terrorismo, de 2019, también advierte de la necesidad de «impulsar la detección y control de aquellos que estando en prisión pudieran participar o colaborar con grupos terroristas o de extremismo violento, potenciando la coordinación y cooperación entre las administraciones penitenciarias y los organismos de seguridad de inteligencia del Estado».

El último balance del Centro Memorial de las Víctimas del Terrorismo también pone el foco en la radicalización en las prisiones. El informe, prologado por Marlaska, avisa de que «la presencia de un número importante de yihadistas en prisiones constituye un riesgo de que realicen actividades de adoctrinamiento y captación de otros reclusos que, en principio, no tenían nada que ver con esas actitudes». Por ello, «los responsables penitenciarios tienen la misión de estar atentos ante estos procesos de radicalización que se pueden dar dentro de las prisiones, pero también ante el peligro de que algunos reclusos extremistas provoquen incidentes».

El lunes, un reclutador de yihadistas excarcelado fue detenido de nuevo en una operación policial contra el terrorismo. Mustafá Maya Amaya fue condenado en 2018 a ocho años de cárcel por liderar una red en Melilla que captaba a terroristas y se encontraba en libertad.